Críticas de espectáculos

Bajarse al moro/J.Luis Alonso de Santos

… A CUALQUIERA QUE NO TENGA DÓNDE IR. Pasó el tiempo y los niños siguieron naciendo sin estar creciditos y los políticos siguieron dirimiendo sus disputas con bombas y la amistad siguió conjugándose con el bocado hambriento del interés y el ser humano siguió buscando la felicidad sin encontrarla y los cobardes siguieron cobijándose bajo el árbol más frondoso aunque no fuera éste el cobijo inicial de sus días más nublados y la esperanza siguió siendo el privilegio de unos pocos, de aquellos que no aprenden la lección porque sería un aprendizaje cruel e injusto… Pasaron 25 años y la obra de José Luis Alonso de Santos sigue arrancándonos las mismas sonrisas, las mismas carcajadas y las mismas lágrimas al descubrir la ilimitada bondad que se concentra en el pequeño personaje llamado “Chusa”, la infinita generosidad de un silencio cargado de palabras y de una respuesta que como un broche dorado coloca el punto y final a un hermoso texto: “A cualquiera que no tenga dónde ir”. A cualquiera volvería La Chusa a acoger en su casa, a pesar de la traición, el abandono y el dolor. A cualquiera volvería La Chusa a entregar su amistad. Con cualquiera compartiría un “canuto” aunque ese cualquiera no se atreva a vivir el riesgo que conlleva “bajarse al moro”. Con Cualquiera se jugaría La Chusa su integridad, la inmensa riqueza de una persona que a pesar de todos, resulta ser la auténtica vencedora de una historia en la que cuatro amigos descubren la fragilidad de una amistad sostenida por la inocencia de aquellos que terminan soñando, de aquellos capaces de compartir su soledad con un Hámster, de aquellos capaces de aguardar ilusionados la llegada de un tercer tripulante a pesar de la precariedad material que los rodea… Es maravillosa la lección de amistad que hace 25 años nos invitó a vivir Alonso de Santos. Amparo Larrañaga, Verónica Forqué, Jesús Bonilla, Pedro Mari Sánchez y María Luisa Ponte, fueron en aquel entonces los protagonistas de una aventura repleta de complicidades y éxitos de crítica y público. El paso del tiempo no ha podido con este texto. Con la fuerza de un clásico ha llegado más de dos décadas después y la humanidad de sus personajes ha hecho que por un momento olvidemos el costumbrismo que caracteriza la escenografía y la similitud que existe entre la primera puesta en escena y la actual (al menos es lo que extraigo de algunas fotos que he podido ver) para centrarnos en una notable Charo Reina que, quizá acentuando su “gracia andaluza”, protagoniza uno de los momentos más hilarantes de la función y emocionarnos con la infinita ternura que respira el personaje de La Chusa, interpretado por Raquel Guerrero…. Pasaron 25 años y salimos del teatro echando de menos a nuestro alrededor más Chusas y Jaimitos… Sofía Basalo. Teatro Muñoz Seca. Autor y director: José Luis Alonso de Santos. Intérpretes: Charo Reina, Mariano Alameda, Raquel Guerrero, Fernando Vaquero, Cristina Urgel, Diego Pizarro y Jorge Elorza.


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