El Chivato

Balance del Festival Clasicos en Verano de la Comunidad de Madrid

La XXII edición del Festival Clásicos en Verano de la Comunidad de Madrid concluyó el pasado 16 de agosto con notable éxito, ya que en los 73 espacios en los que se desarrolló su programación hubo 20.742 asistentes, lo que ha supuesto una ocupación media cercana al 90%. En total, 53 formaciones musicales participantes -39 españolas y 14 procedentes de Alemania, Argentina, Austria, Bulgaria, Francia, Inglaterra, Islandia, Italia y Rusia- interpretaron 103 conciertos en estos espacios, ubicados en 66 municipios madrileños.

Entre las obras interpretadas cabe destacar que los aficionados pudieron disfrutar de doce estrenos absolutos, de los que diez fueron encargados por el propio festival y otros dos han sido importantes recuperaciones musicológicas; así como de 21 piezas que se escucharon por primera vez en la Comunidad de Madrid y otras cuatro que se estrenaban en España.

La música programada abarcó obras compuestas desde la Alta Edad Media hasta nuestros días, destacando el repertorio femenino que comprendió el Códice de la Huelgas (Edad Media), el Himno de la monja Gracia Baptista (siglo XVI) y obras de Bárbara Strozzi (período barroco), hasta el estreno de piezas actuales de compositoras como Beatriz Arzamendi y Mercedes Zavala.

Otro dato destacable de la programación ha sido la inclusión de homenajes a grandes autores como Haydn, Haendel, Albéniz, Chapí, Tárrega o Rodrigo, con motivo de la efeméride de sus fallecimientos; a Mendelssohn y Purcell, en el aniversario señalado de su nacimiento, y a dos autores vivos que cumplen 80 años, Agustín González Acilu y Agustín Bertomeu.

Otras actuaciones resaltables por la gran aceptación demostrada por el público asistente fueron las del dúo Alfonso Echeverría y David Mason, que en uno de sus conciertos tocaron treinta minutos de bises a requerimiento de los oyentes; así como las de Ensemble de Caelis, Trío Shinzo, Joaquín Asiain-Littmann Quinteto y Artis Sonorae, que presentó una recuperación musicológica de obras de Lidarti con un trasfondo histórico digno de un guión cinematográfico.

Éxito de público en el mayor festival de música de cámara

Clásicos en Verano de la Comunidad de Madrid ha ido creciendo cada año, lo que lo ha situado como el mayor festival español de Música de Cámara organizado por una Administración pública y uno de los más grandes de Europa. La filosofía de este certamen es llevar la buena música de cámara en directo a nuevos públicos y acercarla a un gran número de municipios de la región, con especial atención a los pequeños, que tienen pocas ocasiones para disfrutar de este tipo de conciertos.

Este año han sido 66 los municipios involucrados, entre los que se han sumado por primera vez Alcorcón, Garganta de los Montes, Moralzarzal, Rivas Vaciamadrid y Talamanca de Jarama. El aforo de los espacios ha variado desde las 60 localidades, del más pequeño, hasta las 2.000 de la Basílica del Real Monasterio de El Escorial, predominando los recintos con capacidades que oscilan entre 200 y 400 personas. La respuesta del público madrileño fue una ocupación media del 87,7% o, lo que es lo mismo, 20.742 asistentes.

Espacios de gran valor histórico y artístico

Entre los escenarios recorridos por Clásicos en Verano, cabe destacar la existencia de espacios con un gran valor histórico y artístico. Se trata de recintos especiales, como el Castillo de los Mendoza, en Manzanares El Real; el Castillo de la Coracera de San Martín de Valdeiglesias o la antigua iglesia reconvertida en el Centro Cultural La Torre, de Guadarrama.

Otros emplazamientos destacables han sido el Convento de San Antonio, en La Cabrera, de estilo románico; La Basílica y la Iglesia Vieja del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el Patio de Armas del Castillo de Buitrago del Lozoya, la Iglesia de San Pedro Apóstol, de Torremocha, y la Parroquia de San Sebastián, en La Acebeda, que posee una acústica muy especial que hace las delicias tanto para los oyentes como para los intérpretes por sus magníficas características sonoras.

Además, en aquellas iglesias donde se conservan los órganos originales, muchos de ellos restaurados por la Comunidad de Madrid, la utilización de dichos instrumentos se ha convertido en un atractivo añadido para el público. Así ha sucedido, por ejemplo, en Nuestra Señora de los Remedios, de Estremera, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Valdemoro, y en la de Santiago Apóstol, de Villa del Prado.

 

 

 

 


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