Septiembre arranca con una agenda apretada en la que la compañía Bambalina Teatre Practicable presentará Carmen en el Drama Festival de Pekín, la Fira de Teatre de Tárrega, en la Mostra de Mim de Sueca y finalmente en la Fira de Teatre de Manacor. En octubre y noviembre el espectáculo se ha programado en festivales como el COS de Reus, Temporada Alta de Girona o Málaga. Acabarán el año haciendo temporada en el teatro Talía de Valencia y en el Teatro Arniches de Alicante. Con esta versión de Carmen, Bambalina vuelve al pequeño formato y en la que vuelca toda su experiencia en los cerca de 30 años de creación escénica.
La amenaza de crisis económica era ya una realidad palpable a finales del año pasado y el anuncio de medias restrictivas en los presupuestos públicos hacía saltar las alarmas entre las compañías de teatro. Bambalina decide plantar cara a la nueva situación con una versión de Carmen que vuelve al formato íntimo. “Las limitaciones económicas imponen reglas, pero siempre hay aspectos potencialmente buenos, el pequeño formato es donde se acortan las distancias con el espectador, donde le puedes envolver”, apunta Jaume Policarpo, director de la compañía. Este nuevo espectáculo se ha inspirado en su Quijote, probablemente el espectáculo español más representado en el extranjero en la última década. Sin embargo no han querido imitar su ya legendario Quijote, sino que más bien han tratado de aprovechar parte de su sustancia para edificar sobre ella un nuevo montaje, más acorde con su sensibilidad actual.
El mismo Policarpo añade que tenía algunos principios fundamentales sobre los que quería seguir indagando en Carmen como la relación títere-titiritero y todas las posibilidades expresivas y comunicativas que desencadena esta relación en escena. También quería trabajar distintos códigos estéticos y expresivos con el convencimiento de que, en definitiva, es el talento de los intérpretes el que cohesiona e integra los materiales en juego. Finalmente haría un trabajo corporal y vocal intenso con los intérpretes, con recurrencias a la danza y al canto. En ese sentido el reparto -David Durán, Merce Tienda y Josep Zapater- cuentan con una sólida formación en estas disciplinas.
Un proceso de creación en red
A finales de febrero se estrenaba Carmen. Un clásico, una obra de género a la que Bambalina se ha acercado para jugar con ella y con todos los tópicos acumulados a su alrededor a lo largo de los años. Lo ha hecho con humor e ironía, dentro y fuera del espectáculo, porque Carmen ha contado con un sorprendente proyecto de promoción y comunicación. Argumenta Josep Policarpo, productor de la compañía, “teníamos la sensación de trabajar con un modelo de comunicación caduco, que no respondía a las expectativas del público más joven.” Por ello se han empleado a fondo en las nuevas tecnologías e Internet ha sido su principal soporte de difusión. Se han concebido varias videocreaciones que se han colgado en la red a medida que avanzaba el proceso de trabajo y la web dispone de foros para la reflexión, de espacios para la información periódica y otros con un carácter marcadamente lúdico. Todos estos aspectos han sobredimensionado la imagen de Carmen más allá de los escenarios.
Por otra parte, la compañía también presentará otros espectáculos en Austria y Grecia en este último trimestre y ya prepara una nueva producción para el próximo febrero.
