Desde las entrañas

Es muy difícil contextualizar en breve palabras lo que significa en el ámbito de la producción teatral mexicana la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana. Para resumir digamos que es una institución de décadas de existencia con un elenco propio, es decir funcionarial, o sindicado como se dice allí, estable. Por lo tanto los actores que entraron siendo jóvenes promesas, son ahora abuelos. La entrada de nuevos actores es lenta y con un proceso muy especial. El repertorio de esta compañía ha sido siempre universal, de largo recorrido. Pero en este caso, esta obra está escrita y dirigida por un joven dramaturgo y director mexicano, David Gaitán, de treinta y dos años. Es decir, tenemos tema.

Y es parte del tema de la obra. La confrontación de unos actores con su realidad, frente a un público al que intentan ofrecerle algo contemporáneo, moderno. Y aunque parezca un asunto muy metateatral, se trata de un espléndido trabajo metafórico sobre el paso del tiempo, sobre la vida misma, la cumulación de experiencias al servicio, en este caso, de la creación artística y del propio sistema funcionarial puesto en duda, por si esa seguridad laboral afecta directamente al tono general de ambiciones artísticas de la institución.

Y ahí nos hacen disfrutar por la causticidad con la que se relacionan, por el juego que establecen de sincerarse, en ocasiones con una crueldad manifiesta, por toda la propuesta dramatúrgica, estética, de esfuerzo actoral, de simbología y de capacidad de crear mundos escénicos de una aparente sencillez que entrañan una gran sabiduría interpretativa y, sobre todo, una disposición artística de primer orden. Desde las entrañas de la fiera, nos la revelan en todas sus dimensiones, sus contradicciones, sus miradas genuinas al propio proceso creativo, pero con tal capacidad de comunicación que nos sentimos afectados.

Sin saber el significado real de sus «críticas» a sus circunstancias, al verlas descontextualizadas las interpretamos y las traemos a nuestra realidad. Y nos divierten. Y nos acongojan. Y nos vemos reflejados. Y acabamos, como casi siempre, amando más que nunca a los cómicos, al Teatro y su capacidad para transformarnos desde esa iniciativa deslumbrante de saber reírse de sí mismos, colocados como ejemplaridad de las relaciones humanas y de su proyección hacia los otros. Porque los actores son muy buenos, tiene oficio y valores artísticos incuestionables.

Un lujo en la Feria, un espectáculo y una compañía que merecerían más atención. Incluso deberían ser mejor atendidos por la profesión y los medios para que expliquen qué es una compañía institucional amparada en el marco de una Universidad, de un Estado, no del gobierno federal, pero con la colaboración del mismo y algo muy importante: con los actores estables, y siendo variables los directores. Algo sobre lo que recapacitar.

Carlos Gil Zamora

Obra: Béisbol – Autor: David Gaitán – Intérpretes: Rogerio Baruch, Jorge Castillo, Miriam Cházaro, Alba Dominguez, Félix Lozano, Juana María Garza, Héctor Moraz – Escenografía: Tenzing Ortega – Dirección: David Gaitán – Producción: Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana (México) – Victoria Eugenia Klub – Donostia – 13-03-14 dFERIA