Blanca Li Académica
¿Quién lo hubiera dicho? La irreverente coreógrafa, vinculada con las artes callejeras, hip-hop y compañía, la enérgica bailarina de novedosos estilos, Blanca Li, entró en la centenaria Academia de Bellas Artes de Francia el pasado 20 de octubre de este 2021. Fecha que quedará en los anales de la institución porque la nueva académica invadió el solemne recinto con una audaz creación dancística.
Así fue, las escalinatas del auditorio en donde se celebraba el ritual de la entrega de la espada para la nueva cófrade, se convirtieron en un insospechado espacio coreográfico porque después de su discurso de aceptación, ella dijo «mi verdadero lenguaje es la danza», y se inició el recital.
Cuatro estilos se dieron cita en las gradas del íntimo auditorio como para significar las vertientes creativas de la nueva académica: primero lo clásico, ballet de tutú y prístina elegancia; después la danza moderna, casi como homenaje a la presencia tutelar de Marta Graham quien fuera su maestra; y desde lo alto de la tribuna el zapateado flamenco, evocación que no podía faltar en el horizonte de esta creadora granadina, porque el flamenco lo lleva en la piel, en los huesos, en la sangre. Por último la calle y sus espectros: marginales, blancos, mestizos, negros, sombras urbanas que rescata de la calle la audacia de la danza. Cuatro estilos en los que abreva Blanca Li para consumar sus inventivas imágenes.
Un derrotero pleno de audacia e independencia fue el que reconocieron y premiaron los académicos en Blanca Li. Seguramente también quisieron subrayar el puente entre culturas que ella representa, pues su camino es un ejemplo de fusiones logradas entre varios estilos.
Para aquellos curiosos que quieran ver la ceremonia y con la coreografía final les recomiendo el sitio YouTube de la Academia de Bellas Artes, la danza comienza a la hora quince de la ceremonia. Para los que entiendan francés la presentación de Frédéric Mitterrand sobre Blanca Li es excelente, así como el discurso de la nueva académica.
La sección de Coreografía de la institución es relativamente nueva, se inició en 2018 y la llegada de la pandemia paralizó sus actividades que se reiniciaron hasta este año.
Pero referirme a Blanca Li no es solamente una efeméride informativa, su nominación en Francia me trae a la memoria a otras bailarinas y coreógrafas españolas que dan relieve a diferentes compañías de danza en Europa. Pienso en la gran bailarina de clásico Tamara Rojo quien se ha distinguido desde finales del siglo pasado en Gran Bretaña y sigue siendo directora de la prestigiosa compañía English National Ballet. Ahí ha desplegado un genio creador en los escenarios que mezcla con una sólida formación universitaria. Ella representa la conjunción de un talento sobrenatural como bailarina y un deseo de superación a través del estudio y la teoría. Un capítulo aparte merecería Tamara Rojo, nacida para el movimiento, luz y potencia de la danza.
Sol León es la otra estrella española que refulge desde el Nederlands Dans Theater de Holanda, una compañía que dirige con su pareja, Paul Lightfoot, y que es considerada como una de las mejores compañías de danza en el mundo. La pareja León-Lightfoot ha desarrollado una fuerza visual y un estilo muy sorprendente en más de 40 coreografías, algunas de ellas ahora ya clásicas. Son dignos herederos de su maestro y tutor Jiri Kylián que le dio el nivel internacional a esta impactante compañía holandesa.
Hablamos de tres españolas que se han destacado fuera de su país, pero que conservan la fuerza creadora de esa España andaluza; Sol y Blanca nacieron en Andalucía, mientras Tamara Rojo es energía solar trasplantada a Londres. Vigor, creatividad y disciplina las distingue.
París, noviembre de 2021.