Cabaret/Stage Entretainment
Amor politizado
Obra: Cabaret
Autores: John Kander, Fred Ebb, Joe Mastroff
Intérpretes: Marta Ribera, Jesús Cabrero, Víctor Masán, Patricia Clark, Paco Lahoz, Manuel Rodríguez, Amparo Sainar, David Castedo, Thais Curiá, Mara Roa, entre otros
Escenografía: Alberto Negrín
Vestuario: Fabián Luca
Iluminación: Ariel del Mastro
Coreografía: Susan Taylor
Dirección: BT McNicholl
Producción: Stage Entretainment
La película ha sido uno de los grandes éxitos históricos de la cinematografía. Se han realizado unas cuantas versiones teatrales, algunos de sus personajes son recurrentes para otro tipo de espectáculo, y ahora nos llega en una buenísima producción en donde la dramaturgia se afila, se sitúa en la denuncia de la situación imperante en el Berlín de 1931, y la realiza a lomos de dos historias de amor que se rompen por las influencias políticas. O dicho de otro modo, debido al miedo, a que cada individuo en las situaciones extremas reacciona de maneras diferentes, enfrentándose a la injusticia o volviéndose más sumiso.
“Cabaret” siempre ha sido un espectáculo político, y en esta versión se mantiene esa tensión, y se traduce en una estética en donde el cruce de símbolos nazis, de gestualidades obscenas, de ilusiones truncadas, colocando el discurso en dos microcosmos, un cabaré decadente y una pensión regentada por una viuda conservadora, nos ayuda a contextualizar de una manera mucho más sensata el espectáculo que se nos ofrece. Porque las canciones no son simples adornos, siempre existe un mensaje que se va trasladando, y la actitud del propio presentador cargada de cinismo, intentando hacer olvidar lo que sucede en el exterior, se sintetiza con su ejecución por los nazis.
Un amplio reparto, eficaz, con momentos estelares, pero sin deslumbrar. No se puede decir que la brillantez sea de los actores, sino de los personajes, del conjunto, de la coherencia y el nivel medio de toda la compañía. Marta Ribera en Rally está suelta en la primera parte y muy nerviosa en la canción de retorno a la pista. Víctor Masán, el presentador, superó un fallo técnico y condujo con fuerza, aunque con excesiva distancia que parecía frialdad todo el espectáculo. Destaca la calidez de la voz de Patricia Clark. La orquesta suena bien, y la iluminación va de los detalles, a los ambientes. Un buen espectáculo, para gozar y pensar.
Carlos Gil