La Central de Actividades y Exhibición Cinematográfica (CAEC), agrupación formada por Cines Abaco, Lauren Cinemas, Cinebox y otros pequeños grupos de exhibición españoles, ha puesto en marcha desde este mes la tarjeta ‘Entrada Práctica’, un abono que permite a su titular asistir al cine cuantas veces quiera por un precio anual único de 240 euros (39.933 pesetas), pagable en 12 meses sin intereses. Exhibidores que no forman parte de CAEC no ven con buenos ojos esta iniciativa, ya que consideran que no es tan beneficiosa para los espectadores como se asegura, ya que obliga a una asistencia mínima al cine de 48 veces al año para que sea rentable, y porque para algunos supone una competencia «poco leal».
La tarjeta CAEC permitirá a su titular asistir de forma ilimitada a cualquier sesión de cualquier día de la semana del circuito CAEC, lo que representa un conjunto de 400 salas en España. El precio anual de la tarjeta es de 240 euros, que se pueden pagar de una vez o en 12 mensualidades de 20 euros (3.328 pesetas) cada una sin intereses.
Considerando que el precio medio de una entrada en España durante 2001 fue de 700 pesetas, según datos del Instituto de las Ciencias y las Artes Audiovisuales (ICAA), el abono de CAEC se rentabilizaría al acudir cinco veces al cines. En el caso de las grandes ciudades, donde la entrada viene a costar unas 900 pesetas, el espectador notaría el ahorro si acudiese a las salas una vez por semana.
El director de Alta Films, Enrique González Macho, ve esta iniciativa de CAEC «muy audaz y muy peligrosa, porque no se pueden dar duros por pesetas», dijo en declaraciones a Europa Press. «Para hacer rentable la tarjeta tienes que utilizarla 48 veces al año, si la utilizas 47 ya no es rentable. Además, muy poca gente que vaya tantas veces al cine, ya que la media individual está en 3 veces al año», añadió este exhibidor.
«La iniciativa no tiene trampa, pero tampoco es real. Tampoco puedes ver las películas que quieras y tienes que hacerlo en determinados cines. No hay libre elección porque los cines del circuito CAEC no ofrecen toda la cartelera», prosiguió González Macho, quien cree que la tarjeta ‘Entrada Práctica’ es «una competencia no muy leal».
En esta misma línea, el director de Alta Films se preguntó «qué ocurre si un espectador llega con su tarjeta y el cine está lleno», a la vez que subrayó que la iniciativa de CAEC supone «un empobrecimiento de la oferta». «Las ventas a plazo y las obligaciones en el tiempo siempre son malas para el consumidor», indicó González Macho, convencido de que debe «seguir ofreciendo calidad, cobrando lo que tengo que cobrar», dijo.
Por su parte el director de marketing y relaciones públicas de Cinesa, Ricardo Gil, declaró que este tipo de iniciativas «siempre son bien acogidas», aunque señaló que, desde su punto de vista, la realizada por CAEC tiene «una rentabilidad dudosa para el cliente».
«Para rentabilizar la tarjeta hay que ir al cine cuatro veces al mes, y creo que como casi nadie va solo al cine es difícil comprometerse al pago anual. La tarjeta no es ventajosa para el espectador medio y si la consigue el que va mucho al cine no es ventajoso para la empresa», afirmó Gil, quien cree que funcionan mejor las tarjetas de fidelización.
Finalmente, el director general de Kinepolis España, Willem De Vidts, no se mostró a favor ni en contra de la tarjeta ‘Entrada Práctica’, ya que, desde su óptica, «cada uno promociona como considera conveniente, aunque ésta no es nuestra política».
