‘Calidad y diversidad’ en el XLVIII Festival de Teatro Clásico de Mérida
Tres espectáculos de teatro, dos de danza, dos de música y una ópera china conforman el programa del Festival de Teatro Clásico de Mérida que, en su XLVIII edición, se desarrollará en el Teatro y en el Anfiteatro romanos de Mérida durante los días 11 de julio al 16 de agosto. Las actividades en ambos foros se verán complementadas con la realización del Ciclo Ideas (que incluye conferencias y exposiciones) y el Festival Alternativo que, a modo de off, acoge actividades musicales, pictóricas, exposiciones, teatro alternativo y cenas romanas. La edición de este año, que ha sido calificada por el director artístico del Festival, Jorge Márquez, como una propuesta de calidad y de diversidad, incluye 26 representaciones: 18 de teatro, cinco de danza, dos de música y una de ópera. Una edición que se presenta marcada por la actualidad y por los graves momentos que vive la Humanidad tras los sucesos del 11 de septiembre en Nueva York. De este planteamiento ideológico y argumental parte el Festival para revisar los mitos griegos y con él surgen, fundamentalmente, dos montajes que se presentan en Mérida: Troya, siglo XXI, de música y danza, y Akrópolis, de Lluis Pasqual.
Un enfrentamiento arrasador entre dos culturas Troya, siglo XXI ha sido concebido como un espectáculo singular y único que va camino de convertirse, a la vista de la expectación que ha levantado, en el montaje de danza del verano en España. El Festival Internacional de Santander lo ha elegido para la inauguración de su LI edición (será la primera vez en su larga historia que abra con un montaje de danza); en Perelada se verá el 12 del mismo mes. Troya, siglo XXI estará dirigido por Gerardo Vera y protagonizado por Rafael Amargo y la primera bailarina clásica María Giménez. El espectáculo de música y danza ofrecerá, en palabras de Jorge Márquez, “el enfrentamiento estéril, arrasador, entre dos culturas –la occidental y la islámica- que conduce al mundo hacia un destino tan inseguro como peligroso”. Y todo ello a través de la música y la danza, “respetando, mostrando y enfrentando las dos culturas de la manera que en nuestra opinión más se aproxima al espectador de estas latitudes: el flamenco –que hunde sus orígenes en la cultura árabe- y la danza clásica, asumida por Occidente como signo de identidad estética propio”.
En una producción del Festival de Epidauro y el Festival de Mérida, el director alemán Peter Stein ofrecerá su montaje de Pentesilea en los primeros días de agosto, protagonizado por Maddalena Crippa y según la obra de Heinrich von Kleist. Uno de los más grandes directores del mundo en la actualidad se presenta por primera vez en España con un montaje propio, en el que Stein ha asumido el reto de trasladar a la escena el complejo lenguaje poético de Kleist, de modo que ofrecerá una obra con dos protagonistas antagónicas y un coro de 25 amazonas, compuesto por bailarinas de cuatro países, seleccionadas con el apoyo de las instituciones teatrales europeas involucradas en el montaje.
Un desgarrador alegato contra la guerra
El espectáculo Akrópolis, que se ofrecerá en los últimos días de julio, dirigido por Lluis Pasqual, mantiene y acrecienta el camino emprendido en esta edición con Troya, siglo XXI de llevar al escenario romano los conflictos contemporáneos más actuales y graves a través de la revisión y actualización de los textos clásicos. Pasqual ha aceptado ese reto en Akrópolis, una obra que supone su estreno como director de escena en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. Cumpliendo con el deseo y compromiso manifestados por el director catalán de concebir un espectáculo para este singular escenario, los trágicos sucesos del martes negro en Nueva York le han proporcionado valiosos argumentos con los que crear un desgarrador alegato contra la guerra. Y lo hace con un gran protagonista: Alfredo Alcón, el «más poético de los actores de habla hispana», en palabras del propio Pasqual.
El sueño del minotauro
Sin duda, la creciente confianza en los proyectos promovidos por el Festival de Mérida han hecho posible los acuerdos de coproducción y colaboración con los festivales y teatros más importantes, tanto nacionales como internacionales. En este último caso se enmarca el estreno en España del ballet contemporáneo El sueño del minotauro, dirigido y coreografiado por Blanca Li y producido por la Komische Oper Berlin, que sólo se representará en España en el marco del Teatro Romano de Mérida.
Completa la programación teatral la producción del Festival de Mérida Agripina, título que los artistas extremeños han elegido para la aportación anual que el presidente del Patronato, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, instituyó ya hace años en el Festival de Mérida. Dirigido por Eugenio Amaya, es un espectáculo concebido y diseñado especialmente para ser escenificado en el Teatro Romano de Mérida- Mediante la utilización de proyecciones sobre la fachada del monumento integradas en el diseño escénico, intentará transmitir la ilusión de un teatro restaurado, las ruinas rescatadas de la erosión del tiempo para evocar la sofisticada brillantez del clasicismo romano. Así, los recursos de tramoya grandilocuentes de la era romana se convertirán en la espectacularidad multimedia propia del milenio que empieza.
La riqueza de la ópera china
La ópera vuelve a Mérida tras larga ausencia y no de una manera convencional, sino mostrándonos el modo en que una cultura tan rica, a la par que lejana, como la china, ve a los clásicos griegos: el título elegido es la Medea de Eurípides, y los intérpretes, la Hebei Bang Zi, expertos en la centenaria tradición de la ópera china y en el mantenimiento de sus códigos primitivos.
Por último, la programación estrictamente musical mantiene la línea de las dos ediciones anteriores en su concepción de espectáculos únicos; así Maria João Pires, acompañada de su principal colaborador en el Centro de las Artes de Belgais, Caio Pagano, se presenta en el Festival ante su público español y portugués, tras su anunciado deseo de reducir sus apariciones públicas; y la prestigiosa Orquesta de la Ópera Nacional de Sofía actuará por primera vez en Mérida con un programa diseñado especialmente para este espacio, en el que interpretarán las bandas sonoras de las más épicas películas del género peplum.