Campanadas de boda/La Cubana
Bodorrio a la Cubana
La Cubana son adictos a la teatralidad exuberante. Se mueven siempre en territorios minados de los que consiguen salir siempre victoriosos. Se acercan a asuntos absolutamente irrelevantes, cotidianos, en este caso una boda, sus preparativos, sus connotaciones y los convierten en un material dramático de primera operando siempre desde una perspectiva muy sugerente: la parodia, el costumbrismo y sin tener ningún empacho en meterse en formas de vodevil, haciendo de la comedia un desmadre controlado.
Meterse en esos territorios tan obvios y manidos, es un riesgo que solamente se puede superar con imaginación, ingenio y una actitud crítica ante todo ello. No trabajan a contra pelo, sino que se instalan en un esperpento posmoderno, resultado de llevar todas las tensiones de lo cotidiano al límite, a la exageración, totalmente impregnados de los tópicos, para hacerlos estallar, y de esos restos crear un mundo en donde incluso cabe la crítica social, la toma de postura.
Su trayectoria es impecable: conectan con grandes masas de públicos diferentes. Con varias generaciones coincidiendo en la platea, con lenguajes muy reconocibles, pero con algo fundamental, el material interpretativo es de primera. Sus actores están siempre ofreciendo muchas cualidades de imposible clonación. Capacidad para interpretar varios personajes, un fregolismo llevado en ocasiones a lo inverosímil, con una disposición física y vocal especial para contarnos una historia realmente reconocible con verdad escénica, pero elevada a otra dimensión.
Y ello dentro de un marco escenográfico de primera, sin restricciones, con participación del público, números musicales individuales y corales y en este caso con una vídeo fantástico porque estamos ante una boda por poderes mediáticos, entre una chica de Bilbao y un joven de la India. Como la vida misma.
El equipo actoral, ya queda dicho es magnífico, la dirección, que es de Jordi Millán, el que creó hace treinta años la compañía y que mantiene su estética, su tipo de producción y su capacidad para descubrir actores y actrices que se amolden a sus delirios teatrales. Entre todos, destaca Meritxell Duró, con tres personajes fantásticos, dando muestras de su cuerpo entrenado, de ser una gran payasa, además de una actriz polifacética. Todo están bien. Estamos ante un teatro de actores y personajes. Dan al público dos horas y media de teatro, de espectáculo divertido y crítico.
Carlos Gil Zamora
Obra: Campanadas de boda – Autor: Jordi Millán – Intérpretes: Xavi tena, Toni Torres, María Garrido, Meritxell Duró, Annabel Totusaus, Alexandra González, Babeth Ripoll, Bernat Cot, Montse Amat, Oriol Burés, Àlex Esteve – Escenografía: La Cubana – Coreografía: Leo Quintana – Vestuario Cristina López – Dirección musical: Joan Vives – Dirección: Jordi Millán – Producción: La Cubana – Teatro Arriaga –Bilbao- 16-08-13