Cargador
Cuando don Juan, hace 30 años atrás empezó su oficio de cargador, los sacos eran de 42 kilos y la espalda no tenía problemas, después, se decretó una ley para cuidar la salud de los trabajadores, bajando el peso a 20 kilos, lo que significó, que debía hacer el doble de idas y venidas porque los sacos pesaban la mitad, pero tuvo que adaptarse, y se adaptó.
Hoy, muchos sacos después y con algunos años a cuesta, ya no importan los kilos porque aprendió a manejar una grúa para cargar los sacos. Se podría decir que trabaja menos, pero gana más.
Si y no.
Trabajar 18 horas diarias no puede ser bueno, pero ¿si lo es el trabajar 6, 5 o menos?
Todo extremo es negativo y quizás nos estemos acercando peligrosamente a extremos que nos están volviendo débiles.
Con la extrema higienización de la vida, nos hemos puesto débiles ante las agresiones del medio. Ya no somos capaces de generar los anticuerpos necesarios como para defendernos de las enfermedades que nos acechan.
Cuando cualquier niño va por primera vez a un colegio o guardería, no pasan ni 2 días y se enferma de algo. Vuelve a casa para mejorarse. Vuelve al colegio y esta vez se enferma a los 4 días. Y se repite el ciclo hasta que su cuerpo es capaz de generar los anticuerpos necesarios.
En mi deporte, como en otros, existe la seguridad pasiva y la seguridad activa.
Si lo comparamos con el conducir un automóvil, la seguridad pasiva se refiere a los air bags, el parachoques, la cabina de deformación programada para absorber la energía del impacto, etc.
En cambio la seguridad activa es darnos cuenta de que vamos directo a chocar con un árbol, y simplemente accionar los frenos o virar para no impactarnos contra el tronco.
En la vida, deberíamos tener claro este par de conceptos para un mejor vivir.
Algunos católicos dicen que dios provee, otros dicen que aunque provea, igual se le debe ayudar.
Ante un desastre natural, en el campo la gente se las arregla para salir adelante, en cambio, en las grandes ciudades, muchos esperan que el estado llegue con ayuda.
Nuevamente creo que el equilibrio debería ser la formula a aplicar.
No debemos confiarnos del air bag, pero si el pavimento está mojado, quizás no logremos virar o frenar a tiempo.
Los diversos avances tecnológicos, si bien nos han ayudan a un mejor vivir, sin tomar conciencia de ellos, muchos nos están volviendo débiles y vulnerables ante las posibles agresiones del medio, las que siempre existirán.
La fórmula mágica no existe, porque la magia en si no existe, pero si podemos creer en ella y de esa manera dejarnos seducir por el truco del conejo saliendo del sombrero de copa.
En un símil, nos dejamos seducir por la tecnología, pero debemos tener claro que no es la solución a todos nuestros problemas.
El cargador ya no tiene el riesgo de sufrir escoliosis, pero quizás ya no sea capaz de mover los muebles en su casa cuando su esposa se lo pide al hacer una limpieza profunda.
Equilibrio, la fórmula mágica si existe y se llama equilibrio.
Músculo que no se usa se atrofia, pero si se lo exige en demasía, se desgarra.
Equilibrio.