El montaje tiene como puntos de partida el disco Paco Ibáñez en el Olympia y el espacio del Lliure de Gràcia
El Teatre Lliure de Barcelona estrena ‘Olympia‘, de Carlota Subirós, un espectáculo de creación que habla del nacimiento de la vocación artística, el teatro como espacio de encuentro y la importancia de los referentes personales y colectivos. El montaje es un viaje emocional que tiene como puntos de partida el mítico disco Paco Ibáñez en el Olympia y el espacio del Lliure de Gràcia, donde podrá verse del 9 de enero al 2 de febrero.
Cuando llegó a Subirós la propuesta de dirigir un espectáculo en la sala de Gràcia, donde hacía más de dos décadas que no trabajaba, tuvo la sensación de retorno a un cierto origen, allí donde había realizado muchos de sus primeros pasos. «Siento que es la sala donde nació mi vocación de espectadora y mi vocación artística de quererme dedicar al teatro», reconoce. Además de haber sido público, trabajó como estudiante en prácticas, regidora, ayudante de dirección y, en 1997, estrenó como directora su primer espectáculo, ‘El malaguanyat‘, de Thomas Bernhard.
Explorando sus referentes y el origen de todo aquello que la ha impulsado hasta hoy, Subirós encontró el impacto que le causó, cuando era pequeña, escuchar apasionadamente los discos que tenían sus padres. Concretamente, el de Paco Ibáñez en el teatro Olympia de París del 1969, un directo que siempre ha recordado cargado de fuerza y emoción, con la reacción vibrante de un público que clamaba por la libertad y por la transformación del mundo. «Todo esto me generó un recuerdo que lo asocio poderosamente al momento de comunión y de exaltación que se produce en un teatro», cuenta Subirós.
De estos dos motores ha surgido Olympia, un espectáculo que parte de su experiencia personal pero que ofrece al público deseando que pueda tener un valor colectivo y ser compartido por muchas personas. «Tanto el disco Paco Ibáñez en el Olympia como la memoria del Lliure de Gràcia y todo el que representó este teatro como sueño colectivo son un patrimonio cultural muy poderoso», afirma Subirós. «Ojalá muchas personas puedan reconocerse en él, cada una con su camino, su historia y sus referentes», añade la directora.
La voz de Subirós llega al público a través de un reparto intergeneracional formado por 6 actrices –Lurdes Barba, Paula Jornet, Vicenta Ndongo, Neus Pàmies, Alba Pujol y Kathy Sey– que toman una voz en primera persona e invitan el espectador a explorar donde está su Olympia: un espacio que puede ser físico y real, pero que también puede convertirse en un lugar intangible, mágico, revolucionario o de transformación, como el que por Subirós es un teatro.
El montaje combina canciones de Paco Ibáñez, arregladas en algunas ocasiones por Jordi Cornudella e interpretadas en directo por las actrices, y un espacio sonoro de base electrónica que firma Guillem Llotje. Max Glaenzel y Raimon Rius han diseñado la escenografía y la iluminación a partir de la memoria de espectadores de la sala de Gràcia. Ferran Dordal ha sido el dramaturgista, Marta Rafa signa el vestuario, Cecilia Colacrai el movimiento y Àngels Salinas la caracterización. «Todo el proceso de Olympia está siendo un viaje compartido muy potente tanto para mirar atrás como para abrir caminos para seguir adelante», concluye Subirós.
