Carta abierta de apoyo al Movimiento Teatral de Cali (Colombia)
Artistas e intelectuales de Colombia y el mundo se solidarizan con el Movimiento Teatral de Cali firmando una carta abierta dirigida a Maurice Armitage, alcalde de Santiago de Cali.
Carta abierta
Señor
MAURICE ARMITAGE
Alcalde de Santiago de Cali
L. C.
Reciba nuestro atento saludo.
Por años de gran valía, las salas de teatro del Movimiento Teatral, en Cali y en Colombia, han sido espacios de estímulo para la experimentación artística, escenarios abiertos no solo al teatro, sino al diálogo entre los diversos lenguajes del arte. Han sido también centros de convergencia de la vida cultural de nuestras gentes, con una importante trayectoria en su desarrollo social y espiritual, que han sobrevivido con el tesón de las firmes convicciones y de las solidaridades que ellas por su valor procuran; no obstante, la indiferencia, cuando no la antipatía, de tantos gobiernos. En las circunstancias actuales son espacios abiertos para la comprensión de la verdad y la insistencia por la paz.
Por esto, quienes esta firmamos, artistas e intelectuales de diversas disciplinas, dadas las razones expresadas por representantes de las salas de teatro de la ciudad de Cali ante la negligencia del Estado, y en particular de la Secretaría de Cultura de la ciudad, para resolver sus justas demandas, nos pronunciamos en respaldo unánime al urgente requerimiento de que usted, como gobernante, concierte con el sector teatral de la ciudad los modos de apoyo expeditos para el sustento y desarrollo de la artes escénicas en la ciudad que regenta.
Sabemos que, al tiempo que el considerable aumento de la población demanda mayores servicios culturales para su bienestar, cada año es menor el presupuesto de inversión del Estado para estimular y garantizar los derechos a la creación artística y al disfrute de las artes. A veces, incluso lo que está destinado a ser invertido en la creación y al acceso a las artes no se ejecuta totalmente. Inexplicable cómo el presupuesto no se ejecuta como al parecer sucederá este año con parte del presupuesto municipal para las artes en la ciudad.
Más aún, en el caso particular de Cali estos presupuestos están ‘congelados’ —léase, ¡sin aumento! —, con el agravante de que cada año sus cifras son más bajas, dada la creciente devaluación monetaria. Tan desestimado escenario para nada se compadece con la tradición y el desarrollo cultural de una de las tres más grandes ciudades del país, cuyos recursos cada día son más distantes de los que se asignan en Bogotá y Medellín, por ejemplo, donde los presupuestos de inversión cultural, y en particular los destinados a las artes escénicas, escalan con mucha mayor importancia.
Esta política errada de la Secretaría de Cultura del municipio ante las salas, muestra una intención explícita de asfixia económica para minar su sostenibilidad, ya que se trata de recursos importantes que coadyuvan a su sobrevivencia, además de ser derechos constitucionales a los cuales no se puede renunciar. El manejo administrativo y jurídico que la Secretaría ha dado a los procesos referidos al decreto 092 para la contratación pública y a la Ley de Espectáculos Públicos, LEP, al desconocer su normatividad vigente o hacer mal aplicación de ella, genera dilación e indiferencia, lesionando de manera contundente la actividad teatral de la ciudad. Estamos frente a una burocracia cerrada a sus propios intereses y orientada a obstaculizar los procesos y el flujo de los recursos para el cumplimiento de derechos adquiridos.
Señor alcalde: el Movimiento Teatral de la ciudad viene desde tiempo atrás solicitando su intervención en esta crisis que requiere su voz e inteligencia, en un diálogo franco y oportuno para resolverla. Por esto apelamos a su estatuto de gobernante y a sus propósitos para la ciudad, en los que las artes ocupan, sin lugar a dudas, un sitial preponderante para el entendimiento, la equidad y la justicia en el desarrollo integral de sus habitantes.
Con nuestra mayor consideración.