El Chivato

Carta abierta de la Asociación de Circo de Andalucía sobre la situación del circo y su relación con las instituciones

La Asociación de Circo de Andalucía presenta una carta abierta en la que detalla el estado de su relación con distintas instituciones y, especialmente, con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Quieren así dar a conocer su postura y la realidad del circo contemporáneo andaluz en la actualidad.

 

CARTA ABIERTA DE LA ASOCIACIÓN DE CIRCO DE ANDALUCÍA (ACA)

Sobre la situación de la ACA y el circo andaluz, la relación con las instituciones y especialmente con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En líneas generales, la Asociación de Circo de Andalucía (en adelante, la ACA), ha tenido en las relaciones institucionales uno de sus ejes principales de trabajo, como casi todas las asociaciones sectoriales en el mundo de la cultura. Igualmente, como casi todas ellas, rara vez ha aireado o ha expuesto abiertamente tanto sus negociaciones, como los procesos de diálogo, como incluso sus reivindicaciones o peticiones a las distintas administraciones, sobre todo a la Junta de Andalucía y a la Consejería de Cultura que según sus estatutos es, o debería ser, su principal interlocutor. Estos diálogos, cuando se dan, suelen considerarse debates –en el mejor de los casos- o disputas –en el «casi mejor» de los casos- internas, ocultas a la sociedad o incluso a los profesionales de otros sectores culturales. El peor de los casos, y el más frecuente, es el del no debate, el no diálogo, la no discusión.

La Asociación de Circo de Andalucía nació hace siete años con la voluntad, entre otros muchos objetivos, de vertebrar y de dotar de voz a un incipiente movimiento de circo que, con el paso de los años, ha ido convirtiendo ese potencial en un brillante presente que cuenta, además, con un futuro más prometedor aún. Somos conscientes de que la sociedad andaluza, en líneas generales, e incluso los compañeros de otras ramas artísticas, tienen una visión sobre el circo todavía sesgada y alejada de la realidad del circo andaluz (o del circo contemporáneo en general), pero hemos avanzado de forma incuestionable y a una gran velocidad.

Sin embargo, en estos siete años hemos invertido muchísimo trabajo y hemos cosechado muy, muy poco, respecto a nuestra relación con la administración que creemos que debe ser nuestro principal aliado en el camino hacia el desarrollo del circo andaluz. En siete años no hemos obtenido ninguna ayuda como asociación, no hemos desarrollado ningún proyecto conjunto ni hemos sido apoyados para desarrollar un proyecto desde la ACA. Tampoco la Consejería de Cultura ha lanzado en este tiempo, ni en los últimos 30 años, que sepamos, ningún proyecto relacionado directamente con el circo y apenas ha apoyado ningún proyecto específicamente circense, más allá de las concurrencias de subvenciones a producción y distribución de espectáculos. No ha existido ninguna medida de protección o ninguna decisión estratégica que haya sido impulsada desde esta institución, ni por voluntad propia ni a sugerencia del sector que representamos. En siete años hemos tenido incontables interlocutores que nos han atendido en incontables reuniones y hemos llegado incontables veces a ninguna parte.

Aportemos un poco de contexto : En Andalucía no existe ningún espacio de programación de circo con dotación presupuestaria, pero tampoco ningún teatro o programación municipal o circuito tiene, de forma estructural, un ciclo de circo, una cuota para circo o algo, lo que sea, destinado a la programación circense. Solo existe un festival con un presupuesto mínimamente aceptable (Circada, en Sevilla) o, en realidad, con «presupuesto», sin más. No existe ningún espacio de formación con apoyo estable y presupuesto mínimamente equiparable a realidades de comunidades autónomas vecinas o países cercanos y ni siquiera la Escuela Andaluza de Formación Cultural contempla la formación circense, ni con un programa formativo, ni con un curso, ni con un taller, ni con una charla o masterclass, en ningún momento del año. Pese a contar con una posición desfavorable, no hay línea específica o cuota mínima o discriminación positiva en el apoyo a la producción de espectáculos, no hay «Día Mundial del Circo» o similar, no hay ferias profesionales. Tampoco hay un departamento o un solo profesional de la Consejería de Cultura de Junta de Andalucía que esté especializado en circo o que en su tarjeta de visita aparezca la palabra «circo». Y sí, hay mucho que hacer. Afortunadamente.

Aún así, existimos.

En el último año…

Si nos centramos en los últimos doce meses, podríamos aplaudir el primer y único proyecto que la ACA ha conseguido poner en pie con apoyo público andaluz: la Misión Inversa que trajo a muy interesantes programadores de circo de todo el mundo a Sevilla, el pasado junio, para ponerlos frente a un buen número de creadores andaluces. Una iniciativa llevada a cabo gracias al empuje de Extenda y a la colaboración de la Consejería de Cultura, que cedió el Teatro Central y puso al servicio de la actividad todo su personal y equipamiento técnico. Por otra parte, las compañías andaluzas de circo tuvieron un resultado bastante positivo en la convocatoria de ayudas a la producción y distribución de espectáculos, haciéndonos sentir que el circo empieza a comprenderse de otra manera en las comisiones de valoración de estas subvenciones. Por último, hemos sido invitados a participar en el proceso de creación de la futura Ley Andaluza de Artes Escénicas.

Sin embargo, sobre estos tres hitos:

– Nos sorprende la fluidez y facilidad de diálogo, así como la voluntad constructiva y la capacidad de cooperar para generar proyectos que existe en nuestra relación con Extenda, una institución dedicada a todos los sectores productivos, en contraste con la dificultad de operar, concretar proyectos o simplemente obtener respuesta (aunque sea negativa) a nuestras peticiones por parte de la Consejería de Cultura, institución que, como su nombre indica, se dedica exclusivamente a nuestro ámbito: la cultura. También es justo, y sorprendente, mencionar que tenemos más y mejor interlocución con el INAEM del Ministerio de Cultura que con una institución mucho más cercana como la Consejería de Cultura.

– El resultado positivo de las últimas subvenciones no es sino una situación coyuntural, sin ninguna garantía de continuidad, en un marco de constricción presupuestaria y dentro de unas ayudas destinadas a todo el abanico de las artes escénicas, sin una línea específica para el circo contemporáneo, y que han contado en los últimos años con una dotación claramente insuficiente.

– La ACA, sin mostrarse contraria a la creación de la citada Ley Andaluza de Artes Escénicas, considera que existen necesidades mucho más acuciantes que resolver, así como sugiere que los recursos necesarios para su redacción y aprobación podrían estar dedicados a generar proyectos mucho más tangibles y urgentes, que mitiguen la situación crítica que vive la cultura y, en concreto, las artes escénicas andaluzas. Pensamos que en una Comunidad Autónoma en la que se han recortado los presupuestos para los circuitos escénicos y las subvenciones en un 70% aproximadamente en los últimos siete años, centrar las energías y los esfuerzos en redactar una Ley de Artes Escénicas es empezar la casa por el tejado. En nuestro caso concreto, y considerando que dentro de la Consejería existe un gran número profesionales talentosos y capaces con los que nos encantaría trabajar codo a codo, y que ninguno de ellos ha sido asignado como «responsable del departamento circo» o similar, consideramos lógicas nuestras dudas sobre la efectividad de todo este proceso.

Si seguimos analizando el último año, podemos observar también cómo en la temporada 2015/2016 solo una compañía de circo andaluz ha sido programada en los teatros de titularidad de la Junta de Andalucía (Teatro Central, Cánovas, Alhambra, Sala Gades…) y que un proyecto consolidado como el Circo de Navidad del Teatro Cánovas de Málaga dejó de tener continuidad.

Nuestras negociaciones con la Consejería de Cultura durante 2015

En este último año hemos tenido tres reuniones con representantes de la Consejería de Cultura: una reunión colectiva con la Consejera y dos en solitario.

En estas últimas hemos presentado nuestras peticiones y objetivos, de una forma muy clara y por escrito, expresando fundamentalmente la necesidad de crear proyectos y/o situaciones reales y favorables para el circo, «los que sean», pero crearlos ya, tras siete años de conversaciones sin prácticamente fruto alguno. Entre estas peticiones encontramos:

-Elaboración conjunta de un Plan Estratégico de Circo.

-Elaboración de un Estudio del Sector.

-Apoyo para la realización de un Encuentro Andaluz de Circo.

-Apoyo a la estructura de funcionamiento de la ACA.

-Creación de una línea de ayudas al circo.

-Creación de un departamento de circo o responsable de circo, dentro de la Consejería de Cultura.

-Cuotas de programación en circuitos de programación de responsabilidad autonómica.

-Apoyo a la formación.

-Compromiso de programación de circo (andaluz y no andaluz) en los teatros de la Junta de Andalucía.

-Profundizar en las posibilidades de internacionalización, a partir del primer proyecto realizado en colaboración con Extenda.

-Recuperación de convenios con ferias y festivales estatales estratégicos para el circo.

-Ayuda en la presencia en ferias.

-Facilitar la creación de «Circos de Navidad» o de un proyecto anual de programación de circo (Día del Circo o similar) en las ciudades que cuentan con teatros de la Junta de Andalucía.

La primera reunión de las mantenidas en el último año, el 30 de abril de 2015, la tuvimos con responsables de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales quienes, pese a estar en periodo electoral, nos animaron a trabajar en estas peticiones, presentárselas y desarrollar una hoja de ruta, «porque podríamos ir avanzando, al margen del resultado de las elecciones autonómicas». A día de hoy, nueve meses más tarde, no hemos obtenido ninguna respuesta, o al menos una opinión fundada, sobre ninguna de las sugerencias que depositamos aquel día.

La segunda reunión, realizada el 3 de noviembre, debió ser originalmente con Eduardo Tamarit, Secretario General de Cultura, pero nos dejó plantados, con el argumento de que le había salido a atender algo inaplazable. Pese ello, decidimos mantener la reunión con la persona de su equipo que nos informó que nos atendería.

En esta reunión expusimos la MISMA hoja de ruta que habíamos expuesto seis meses atrás a la misma institución. Se dio la circunstancia de que Eduardo Tamarit se encontraba en el edificio, pero no quiso ni saludarnos ni, por supuesto, excusarse personalmente por su ausencia. A día de hoy aún no lo ha hecho.

Tres meses más tarde de esta reunión, no hemos obtenido ninguna respuesta, o al menos una opinión fundada, sobre ninguna de las sugerencias que depositamos aquel día.

Entre las dos reuniones celebradas durante 2015 con la Consejería de Cultura fuimos convocados a un encuentro con la nueva Consejera de Cultura, Rosa Aguilar, el 27 de julio de 2015, junto a un nutrido grupo de representantes de otras asociaciones sectoriales del ámbito de las artes escénicas. En esta reunión, en la que Aguilar nos anunció la puesta en marcha del proceso de redacción de la Ley de Artes Escénicas y su voluntad de que dicho proceso fuera lo más participativo posible, también manifestó claramente su intención de que se trabajara en atender las necesidades específicas del circo andaluz y se mostró muy sensible, aparentemente, a nuestras peticiones. Pero, por desgracia, esta voluntad se quedó, de nuevo, en solo eso, voluntad.

Vivimos en un sistema en el que la exposición pública de todos los argumentos anteriores, y especialmente aquellos relativos a las negociaciones y diálogos con las instituciones, suelen entenderse como ataques, acciones inapropiadas, poco elegantes o, incluso, traición. Vivimos en un sistema cargado de miedos y de recelos. A nosotros y nosotras ambas actitudes nos parecen enfermizas.

Nosotros no queremos traicionar, ni apelar a la hostilidad ni, mucho menos, entorpecer o romper relaciones. Más bien al contrario: lo que pedimos, lo que exigimos, es más diálogo, más trabajo, más operatividad, más escucha mutua. Proponemos avanzar, evolucionar y contribuir a la cultura y la sociedad andaluza, en sintonía con y de la mano de la institución que es máxima responsable del desarrollo cultural andaluz.

Esta carta abierta, seguramente cargada de pasajes matizables, quiere ser un llamamiento a las instituciones para que sean conscientes de que el entorno hostil no está en nosotros, sino en la perversión y la opacidad en la que tan habitualmente entran sus dinámicas de funcionamiento. Nosotros queremos ser sus aliados, pero no nos lo permiten. Al mismo tiempo queremos compartir nuestras sensaciones y nuestras experiencias con los compañeros y con la sociedad andaluza. Por ellos y para ellos trabajamos cada día.

Firmado. Junta Directiva de la ACA. Compuesta por:

Miguel Ángel Moreno Montosa. Presidente.

Gonzalo Andino. Vicepresidente.

Claudia Ortiz. Vicepresidenta

Rafael Campos Canseco. Secretario.

Darío Dumont Swinkels. Tesorero.

Antonio Jesús Gómez Sánchez. Vocal.

Alfonso de la Pola. Vocal.

Daniel Foncubierta Campano. Vocal


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