Conozco poco a Txell Roda. La conozco poco pero la respeto mucho, principalmente por el gran trabajo que hizo en Sabadell durante su etapa como directora artística de Ca l’Estruch, el centro de creación y residencias artísticas especializado en danza, imagen y artes visuales.
Sabía de su faceta como directora teatral. Sobre todo de un espectáculo muy celebrado que dirigió para la compañía Claret Clown, ‘Devos a vós’.
Hace pocas semanas, un amigo que compartimos con Txell me habló de su ‘Carvalho contra Vázquez Montalbán’, ‘un monólogo-instalación postmoderna conceptual’ según la compañía. Le prometí que le acompañaría y así lo hice. Nunca había asistido al festival BCN NEGRA y tenía curiosidad.
Reconozco que en un primer momento me dio bastante pereza desplazarme desde Bellpuig a Barcelona –la presentación se hacía en el centro cívico Vazquez Montalbán de Vallvidrera -. Todo da pereza los sábados de invierno.
Al llegar nos encontramos con varios amigos, entre ellos Mercè Saumell, una de las profesoras que más recuerdo de mi etapa como alumno en el Institut del Teatre. Precisamente mientras hacíamos cola delante de la entrada, estuvimos hablando del centenario de dicha institución, así como del congreso anual de la FIRT/IFTR (Federación Internacional de Investigación Teatral) que se llevará a cabo en Barcelona del 22 al 26 de julio de 2013 y que ella, entre otros, está organizando.
De repente, un limpiabotas interrumpió nuestra charla. También la de otros tantos. De esta manera, el espectáculo se colaba, travieso, en el tiempo de espera de los asistentes. Una vez dentro, descubrimos que se trataba de Bromuro, uno de los muchos habitantes del universo Carvalho.
Cuando nos dimos cuenta, otros tantos personajes habían tomado la biblioteca del centro cívico y estábamos sentados entre ellos. La función transcurrió entre estanterías, mesas y libros. La sala entera se volvió espacio escénico. Incluso el exterior se inmiscuyó en el montaje: por los grandes ventanales de la sala desfilaban actores, a los que el viento intenso de este fin de semana les complicó un poco el trabajo.
Para disfrutar del espectáculo no fue imprescindible conocer al autor homenajeado -reconozco que he leído poco a Manuel Vázquez Montalbán-. La dramaturgia está tan bien construida y toca tantas teclas que atrapa a iniciados e inexpertos por igual. No obstante, a partir de este sábado, los ‘Carvalhos’ que me quedarán por leer tendrán todos la cara de Joan Berlanga: ¡qué actuación tan matizada e intensa! Al terminar la ficción las cien personas reunidas en la sala ovacionamos al actor.
El resto del elenco estaba formado por actrices y actores amateurs, vecinos y vecinas de Vallvidrera, los llamados ‘Actiu artístic de la Muntanya’. Estuvieron todos estupendos. Txell Roda se mueve muy bien en este terreno, en un tipo de creación que saca lo mejor de los dos mundos, el profesional y el amateur, que tantas veces parecen irreconciliables -y más en este momento salvaje donde todo vale-. En ‘Carvalho contra Vázquez Montalbán’ nadie hacia la competencia a nadie, todos suman. El objetivo final era pasar un buen rato, unos produciendo, otros exhibiendo y nosotros espectando, que es de lo que también se debería tratar el asunto, ¿no?
