Se abre el plazo de inscripción al casting de ‘El arte de perder cada día’, obra del coreógrafo y bailarín Fernando Hurtado que produce Factoría Echegaray y que pondrán en escena una actriz con nociones de trabajo corporal y dos bailarinas y un bailarín con nociones de interpretación.
Los aspirantes presentarán su solicitud hasta el 20 de julio a través de un formulario alojado en esta web, donde también se puede descargar la separata con los textos que debe aprenderse la actriz. Los bailarines no necesitan traer nada preparado, ni coreográfico ni textual. Las audiciones se celebrarán el 28 y 29 de julio en la sala de ensayos del Teatro Cervantes de Málaga. Los candidatos deben tener disponibilidad para ensayos del 1 de septiembre al 4 de octubre y para la exhibición del 5 al 16 de octubre.
Perfiles de las/los aspirantes:
– Mujer adulta: apariencia a partir de 50 años, actriz pero con capacidad de actuar con su cuerpo (correr, ir al suelo y poder interactuar con el movimiento). Debe aprenderse los textos de la separata para la prueba.
– Mujer de mediana edad: apariencia de 25 a 35 años. Bailarina con nociones de interpretación.
– Mujer joven: de 18 a 20/22 años o apariencia joven. Bailarina con nociones de interpretación.
– Hombre de mediana edad: apariencia de 25 a 35 años. Bailarín con nociones de interpretación.
Como es habitual en las convocatorias de Factoría Echegaray, podrán inscribirse al casting bailarinas, bailarines y actrices nacidas o residentes en Málaga, alumnos y antiguos alumnos del Conservatorio Superior de Danza de Málaga, la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga (ESAD) o la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga (ESAEM), así como profesionales que acrediten haber actuado en compañías de la ciudad en los dos últimos años.
El arte de perder cada día
Una mujer a la que le acaban de diagnosticar la enfermedad de Alzheimer sabe que poco a poco irá perdiendo su memoria, y por tanto sus recuerdos.
Entre momentos de olvido y momento de lucidez va reflexionando sobre su pasado, y sobre ese futuro que se resiste a aceptar. A su alrededor se mueven personajes que han formado parte su vida, sobre todo su familia, pero también el recuerdo de su infancia y otros sueños que nunca llegará a vivir.
El olvido no significa desaparecer, porque en definitiva la vida es efímera, y eso no se olvida. Esta es la historia de una vida, de muchas vidas que luchan por no olvidar, y también por no tener miedo. Donde no existe el miedo, siempre está presente la felicidad. Esto es ‘El arte de perder cada día’.
