Tras una semeana de residencia en el Teatro Ensalle, la compañía Cielo rasO estrena el espectáculo de danza ‘Karaoke (Vacío de orquesta)’. Será los días 6, 7 y 8 de diciembre en el propio Teatro Ensalle, en Vigo.
La compañía Cielo rasO es una formación nacida por encuentro de intereses artísticos, pedagógicos y sociales de dos compañías: la brasileña Teatro de Açucar y la vasca Cía. Igor Calonge. Ésta es la tercera obra producida por dicha fusión tras ‘Insomnio’ y ‘Fácil’.
La línea de la Compañía se va definiendo y asentando a través de sus creaciones. La inversión en un lenguaje propio, coherente con sus propuestas escénicas, de una delicada poética visual, el uso independiente de la dramaturgia para dar apertura a opciones infinitas no determinadas, una narrativa nihilista en la cual el valor esta en las emociones que se genera en el espectador y no en las justificaciones narrativas estructurales de la obra. El equipo destaca por su fuerza interpretativa y emocional, por su calidad técnica y por la investigación exhaustiva de un cuerpo global. Cualquier vehículo interpretativo es utilizado para defender una idea o un concepto y cualquier idea o concepto es utilizado para defender un movimiento.
‘Karaoke (Vacío de orquesta)’ se propone como un trío. Dos hombres y una mujer comparten un espacio (un Karaoke) al que acuden de forma sistemática cada uno por motivos diferentes. Sus estados emocionales, anhelos, sus conquistas, sus frustraciones, miedos, alegrías, todo lo que en definitiva somos, se coloca sobre el escenario, enfrente de ese micrófono que servirá de catalizador para expresar quienes son o quienes quieren ser. Situar la acción en este espacio o enmarcar una obra de danza dentro de un ambiente más cercano a lo teatral o cinematográfico me ayuda a generar imágenes y emociones de manera más solida, reconocer un espacio por otra parte, permite que nos acerquemos a él y a partir de la tranquilidad de ese lugar reconocible, jugar a desplazarnos por lo concreto y lo abstracto.
‘Karaoke’ se canta para ser escuchado, para ser visto, muchas canciones no necesitan ser cantadas porque ya nos dicen como sentirnos con solo recordarlas.
He buscado muchas veces una canción que acompañe mi historia y solo canto aquellas que hablan de un final. Karaoke nos acerca a la vergüenza, reconozco inmediatamente al que entra por primera vez en un karaoke.
Karaoke es aquel espacio donde se encuentran personas que no siempre se conocen pero a las que terminas haciendo los coros, nadie espera que le saquen a bailar en un karaoke pero a veces pasa… Apartado observas al que canta, el dibujo de la moqueta del suelo se repite en los sillones y en unas cortinas que ocultan un cuadro eléctrico, el resto del espacio está pintado de un color oscuro, la rueda de luces gira de manera violenta, sus colores artificiales golpean sobre los rostros de las otras personas, ves rostros desconocidos, vestidos elegantemente, algunos te sonríen educadamente, tu eres el siguiente, te concentras en las luces para no pensar.
Un Karaoke es un buen lugar para explorar sobre las relaciones humanas, un lugar desgastado que permanece abierto a diario, una sala de fiestas, sin baile, donde se es público y artista, donde uno queda expuesto a los ojos de otro, donde el aplauso, la caricia, gustar, ser querido, hacerlo bien, nos deja desnudos, nuestra esencia aflora y nuestros miedos se atascan a la altura de la garganta.
Ficha artística de ‘Karaoke (Vacío de orquesta)’: Dácil González, Daniel Abreu e Igor Calonge. Diseño de iluminación: Pedro Fresneda. Asistente de dirección: Gabriel F. Dirección: Igor Calonge.
