La pregunta es: ¿se puede hacer una dramaturgia de un festival? Trabajar en que no sea un expositor de espectáculos, vinculados por temas o estéticas actuales. Que no sea como un aeropuerto donde aterrizan y despegan compañías, artistas y públicos, como un simple lugar de paso nunca habitado. Hacer una dramaturgia de un festival: crear una red de acción, sensible, porosa, dinamizadora, de escucha, de oferta, que busque o refuerce el significado del festival, convirtiéndolo en una experiencia artística orgánica, un todo interconectado.
Escenas do Cambio llega a su décima edición con una nueva directora, la coreógrafa y bailarina Kirenia Martínez, que trae en su cuerpo la experiencia de creación y gestión desde la sala de ensayos y los escenarios, desde el sudor y la fisicalidad de quien se entrega al arte de forma integral, para compartirlo con el espectador. Una directora artística con el bagaje de bailarina, coreógrafa, gestora, madre, amiga, luchadora, desde los márgenes y también desde el centro, hace la diferencia. Confieso que he alucinado mucho con la Kirenia bailarina, cuando, al poco de llegar de Cuba, empezó a trabajar la danza en Galicia, también con sus creaciones coreográficas. Confieso que he aprendido mucho de ella cuando era mi alumna, en aquellos talleres de dramaturgia posdramática que organizaba la Sección de Literatura Dramática de la Asociación de Escritora/es en Lingua Galega (AELG), junto al Ayuntamiento de Compostela, en la Sala Agustín Magán. No me extraña, hasta donde la conozco, que haya propuesto una programación, para esta décima edición de Escenas do Cambio, en la que prevaleciera la horizontalidad, sin artistas estrella que sirvan de reclamo para eso que llaman “gran público”, y a su alrededor, con menos “caché”, otros artistas y compañías satélites, para hacer de “teloneros”.
La programación de esta edición es ejemplar en esta búsqueda de la horizontalidad, con artistas y compañías muy singulares, gallegos y de fuera, que nos acercan propuestas inimaginables y por tanto sorprendentes. Algunos de ellos, sin ser estrellas mediáticas ni comerciales, son referentes fundamentales de la escena gallega contemporánea y no solo. Por ejemplo, Andrés Corchero y Oguri, con su poética de Body Weather, basada en las transformaciones que se producen en los fenómenos atmosféricos y cómo estos nos influyen; Laura Aris, que fue parte fundamental de la histórica y prestigiosa compañía catalana L’Anónima Imperial y casi diez años en Última Vez de Win Vandekeybus, que tantas experiencias increíbles nos ha ofrecido (para mí, la cara de Laura Aris forma parte de lo mejor de mi historia como espectador en los años 90 y la primera década de los 2000, en el Mercat de les Flors de Barcelona y en otros teatros y festivales); La Intrusa de Damián Muñoz y Virginia García, Premio Nacional de Danza, que llevan desde 1996 siendo una cala importante para muchos de los creadores más inquietos de las artes escénicas; Mateo Feijóo que trae el Manifiesto de unas Escenas de Cambio que repasa las diez ediciones, de una de las voces más avanzadas, no sólo en la creación, sino en el campo de la dirección artística, desde el festival Escena Contemporánea de Madrid hasta su importante remodelación de El Matadero, cuando lo abrió a las artes escénicas más heterodoxas, tras su paso por la puesta en marcha de Laboral Ciudad de la Cultura de Gijón. Junto a él, compañías emergentes como Ay, Cariño con su ópera prima ‘Millo vello’, de Cris Vilariño y Diego M. Buceta; el regreso desde Berlín de David Loira con ‘Blondi’, nombre imprescindible de la danza contemporánea gallega desde Pisando Ovos. Y otras propuestas, hasta un total de 13 en tres días, del viernes 3 al domingo 5 de mayo de 2024, que están en un mismo nivel de importancia y que mantienen relaciones y conexiones entre ellas, como si fueran órganos de un mismo cuerpo.
Para tejer esa dramaturgia del festival, Escenas do Cambio convocó a un Comando Dramatúrgico integrado por 7 personas. Intentaron establecer complicidades con los artistas y los espectadores, tendiendo puentes, buscando espacios especiales entre las piezas, fomentando sinergias y realizando acciones que amplificaran los encuentros y experiencias que cada pieza propone.
De esta manera, por ejemplo, ‘Corpo que se fai imaxe’, la instalación performativa de António Gonçalves, a través del Comando Dramatúrgico, se convierte en un bucle de imágenes generadas por la recepción de los espectáculos y actividades del festival. ‘Calidoscopio’, de Gallaecia Ensemble Barroco, se convierte en un caleidoscopio heterogéneo de relatos sonoros sobre las expectativas, opiniones, sensaciones y sentimientos de los espectadores, una comunidad que incluye, en el caso de Escenas do Cambio, numerosos artistas que vienen atraídos por el carácter innovador de este festival. ‘SED’, de Raquel Ponce, se convierte en “Sedescrita”: un tejido de textos sobre los espectáculos, con artículos, análisis, crónicas y entrevistas realizadas por los integrantes del Comando.
En consecuencia, lo ocurrido en Escenas do Cambio trasciende espacios, tiempos y personas, a través de esa red de múltiples miradas y voces, a través de esos testimonios diversos que se abren a otras personas y a otros tiempos, para convertirse en legado y fuente.
P.S. – Otros artículos relacionados:
“El cambio a escena”. Publicado el 27 de febrero de 2015.
“Memoria y cambio en escena”. Publicado el 10 de marzo de 2015.
“Tradición y Escenas del cambio”. Publicado el 27 de febrero de 2016.
“Escenas do cambio 17 adelantando primaveras”. Publicado el 4 de marzo de 2017.
“Israel Galván baila un libro. La verdad escénica del baile flamenco y sus prodigios”. Publicado el 9 de junio de 2018.
“Escenas do Cambio 21. Útero Teatro. Matarile. Marc Caellas & Feune de Colombi”. Publicado el 30 de mayo de 2021.
“Escenas do Cambio 21. Teatro Praga. Escenas en Danza. Sleepwalk Collective & Christopher Brett Bailey”. Publicado el 5 de junio de 2021.
“Escenas do Cambio 22 y la performance en Galicia”. Publicado el 30 de mayo de 2022.
“Escenas do Cambio 2023. La fuerza y el afecto de lo frágil”. Publicado el 8 de mayo de 2023.
