Comedia fallida / Carlos Be
La no perfección
Confieso que después de comer tengo que dedicar un tiempo a “resetearme”; la siesta, más que una costumbre es una necesidad que llevo en el ADN, no lo puedo evitar; cuando no me puedo trasponer un rato mi cabeza, todo mi cuerpo, acusa cierto desajuste. Y digo yo, este necesidad mía –y de más gente aunque no lo quieran reconocer-, ¿será un defecto de fabricación o, por el contrario, será un síntoma que acredita el buen funcionamiento de mi organismo que, ante ciertos estímulos como es la digestión, responde como una máquina a la perfección?
Carlos Be ha escrito “Comedia fallida” dentro del laboratorio de creación de ETC, organizado por Cuarta Pared. El texto ágil, desenfadado y reflexivo con la sociedad “imperfecta” donde nos ha tocado vivir, se basa en el universo orwelliano habitado por autómatas dentro de un contexto político totalitario y vigilado en aras de la optimización.
La obra plantea diversos planos superpuestos para su lectura poética. El primero, el más evidente y global, consiste en establecer un paralelismo entre el cosmos de las computadoras y el del ser humano. Cada persona es una máquina de ordenador. Desde esta perspectiva, nos presenta un mundo programado desde arriba, absolutista, acrítico y manipulable que anula al individuo según un plan preestablecido en favor de un bien común.
Del mismo modo, en otro plano, cada persona carece de libertad de acción debiendo someterse periódicamente a controles de funcionamiento: reinicio, reseteo, corrección de errores, guardar, procesar… Cada autómata es tutelado por una réplica casi exacta a él que anota cada suceso y dirige cada intervención.
La obra describe un orbe automatizado que se mueve en el determinismo estímulo / respuesta y cuya ley principal es la prohibición de reír. Tanto la risa como el amor y el humor están considerados un error que consumen energía y no llevan a la perfección.
En sentido estricto, Carlos Be ha compuesto una “distopía” magistral. Desde la perspectiva social de 1997, el autor imagina una sociedad futura –podría ser la nuestra de hoy- regida por unos autómatas que velan por la continuidad de la especie humana en un estado de perfección. Sin embargo, aquí está la comedia fallida, al fallo, el imprevisto error: el posibilismo humano se contrapone al determinismo mecanicista. Y es que, posiblemente, el mayor error del ser humano sea felizmente el amor.
Según ese relato fraccionado en diez escenas o “cápsulas”, vivimos en una sociedad No perfecta. En el conjunto, se muestra el existencialismo orwelliano.
La puesta en escena dirigida por Juan Ceacedo se ajusta a la sátira social que, sin la referencia de Orwell, podría parecerse a un surrealismo que desconcierta al espectador.
“Comedia fallida” es un extraordinario trabajo intelectual que tiene su punto de escape en la comicidad tanto del texto como de una puesta en escena que aporta juegos cargados de histrionismo y complicidad.
Cuarta Pared ha apostado por un espectáculo complejo, que puede resultar extraño si no se es capaz de entrar en el juego, pero quizá sea uno de los espectáculos más conseguidos de la temporada. Aporta reflexión social, conceptualismo intelectual y comicidad. Felicitaciones.
Manuel Sesma Sanz
Espectáculo: Comedia fallida. Dramaturgo: Carlos Be. Intérpretes: Helena Lanza, Fernando Delgado, Pedro ángel Roca y Fabia Castro. Espacio escénico y vestuario: Paola de Diego. Diseño sonoro: Asier Acebo. Iluminación: Alfonso Ramos. Dirección: Juan Ceacedo. Producción Cuarta Pared. Sala Cuarta Pared de Madrid, del 8 al 17 de junio, de jueves a sábado.