Teatro Ensalle cierra la temporada con una nueva edición del Programa Vigo en Bruto, programando así durante un mes a compañías de origen gallego fundadas recientemente. Las compañías disfrutan de una residencia previa de una semana para trabajar los últimos detalles de sus respectivas piezas. Además, Teatro Ensalle ofrece otras ventajas a dichas compañías, como asesoramiento técnico. «También procuramos facilitar una posible distribución de la pieza mediante la posibilidad de obtener un vídeo o imágenes del estreno», afirman.
Programación
Oops, de Cía Bernarda:
Las nuevas manifestaciones sobre el movimiento feminista en un contexto de crisis del sistema capitalista, son la motivación principal para esta propuesta de creación que pretende componer una pieza teatral en la que mezclar distintos lenguajes como la danza, el texto y la proyección. Basándose en el collage como metodología, se generan nuevos mundos escénicos que nos remiten al surrealista y el absurdo.
En silencio, de Xoel Álvarez:
Es su trabajo de fin de estudios. Toma como punto de partida el sondeo sentimental del yo, aquí y ahora. Es una escucha profunda, una meditación en la búsqueda de comprender el momento vital en relación al mundo que en los arrodea. Es también una carta de presentación, una toma de contacto con el tetaro. Con los huecos vacíos
o aún por llenar, con sus propias confusiones, con sus miedos y sus batallas. Un cuanto al desencanto, un acto de resistencia.
Honey Rose, de Jorge de Arcos, Adrián Chacón, AveLina Pérez:
Encuentro lúdico-teatral en contra de las prohibiciones y las esperas, especialmente las que hacen que las ilusiones se agosten y los sueños caduquen. En un lapso de ansiedad y espera, conviven un Músico y un Actor, dos nuevos artistas que sobreviven engañándose en algún lugar indeterminado, en una densa nube de tabaco, polvo y frustración. Una pieza afincada en la teatralidad posdramática próxima al absurdo de Camus con tintes beckettianos, sobre los sueños rotos de una generación.
Todo sobre Eva, Gravidade 0.0:
Esta pieza se enmarca dentro de una poética feminista que procura su centro y origen en la tradición judeucristiana, relacionando pasado, presente y futuro en su devenir generacional a través del intercambio de unos esquemas de valores y patrones de comportamiento cultural que están en la base de la visión estereotipada de género, de la cual deriva toda una serie de consecuencias a nivel psico-social, político, económico y educativo-cultural propias de un sistema de base patriarcal que sitúa a la mujer en una posición de desigualdad frente a su homólogo masculino.
