Críticas de espectáculos

¿Cómo ser Amanda Paloma?

Asistir a la última función de ¿Cómo ser Amanda Paloma? Fue todo un lujo; y aseguro que a todas luces fue un acontecimiento dentro del mundo del teatro habanero. ¿Por que? Les cuento.
Resulta que este monologo que como concepto de puesta en escena alude a lo que es un show de travestis logra ser el premiero que logra llegar con dignidad a una institución estatal. Si bien existe una especie de mito entre la comunidad gay habanera de la primera y única edición del Festival Gunila en la que se seleccionó como ganador a un reconocido transformista habanero y que terminó con la destitución del director del Teatro América por permitir semejante espectáculo sobre su escenario. Desde ese momento los transformistas comenzaron a formar parte de la vida secreta y nocturna de la Habana gay.
Luego de la segunda mitad de los anos 90 en plena crisis económica el grupo de teatro El Publico, dirigido por Carlos Díaz, uno de los directores teatrales más polémicos de la isla, comenzó a utilizarlos dentro de sus atrevidas puestas en escena. Es justamente este grupo de teatro quien pone en escena a Amanda Paloma.
Si bien la promoción ha sido aceptable; Isdel Mori, el actor que interpreta a Amanda Paloma ha estado en los más populares programas de TV y su spot ha salido alguna que otra vez en la tele; a este tipo de espectáculo le funciona más la publicidad de boca a boca. Y de que funciona, funciona. El teatro estuvo a lleno total e incluso con personas de pie.
El espectáculo trascurre entre canciones de Elena Burke, Valeria, Rocio Jurado, Gloria Trevi y otros iconos del mundo gay. Las lentejuelas y las plumas no faltan así como una acertada utilización de las pantallas de video. Esto ultimo dio lugar a un corto de ficción que se presento en el recién finalizado Festival de Cine pobre de Gibara. El actor se pasea muy cómodamente por el escenario con un gran dominio del público, al que atrapa desde su primera aparición.
Lo mejor del espectáculo fue la oportunidad de compartir en un mismo sitio homosexuales y heterosexuales, sin ningún tipo de límites y dentro de una puesta en donde se tocan temas como la intolerancia y la homofobia. Pienso que es el tipo de lugares que deberían existir en La Habana. Un bar gay es igual de intolerante y discriminatorio que uno que no lo sea. Si podemos convivir todos en el mismo lugar respetándonos seria lo mejor.


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