El Chivato

Concentraciones de denuncia por el asesinato de la clown venezolana ‘Miss Jujuba’ en Brasil

La brutal muerte de la artista Julieta Hernández ha generado una oleada de protestas en todo el mundo en los últimos días

Desde Río de Janeiro, Montevideo y Caracas hasta Bilbao, Madrid o Barcelona, este fin de semana se han llevado a cabo en todo el mundo concentraciones -con bicicletas, narices clown y disfraces-, como acto de homenaje a Julieta Inés Hernández Martínez, ‘Miss Jujuba’. La payasa, música, artista circense y marionetista venezolana de 38 años vivía en Brasil desde 2016 y fue brutalmente asesinada el pasado 23 de diciembre en las cercanías del municipio Presidente Figueiredo, perteneciente al Estado de Amazonas.

Fundadora de la Red de Payasas Venezolanas, ‘Miss Jujuba’ desapareció a finales de diciembre mientras realizaba un viaje en bicicleta desde Brasil hacia Venezuela. Su cuerpo fue encontrado en la selva amazónica el 5 de enero. La Secretaría de Seguridad Pública de Amazonas confirmó que fue violada, torturada y asesinada por una pareja de brasileños, quienes posteriormente confesaron el crimen.

En uno de sus últimos vídeos, Julieta expresó: «Ser mujer, payasa y venezolana son tres cosas entrelazadas. Ser mujer, payasa y migrante es una gran responsabilidad porque, queriendo o no, nos convertimos en referencias de mujeres que viajan solas, referencias de mujeres que eligen una profesión que generalmente es de hombres».

El asesinato de la artista circense ha generado una ola de solidaridad en forma de concentraciones y protestas convocadas por parte de distintos colectivos de mujeres payasas en todo el mundo. Este trágico hecho también ha creado espacios de reflexión y debate en torno a la violencia, las mujeres y el activismo.

Virginia Imaz, artista clown y colaboradora semanal del programa ‘Mas Que Palabras’ de Radio Euskadi expresó en este medio la conmoción que esta muerte ha causado en ella misma y en toda la profesión. «Era un personaje muy querida y popular, activista en muchos espacios diferentes y una persona muy inspiradora. Su muerte saca a la luz los feminicidios, que ofrece cifras escandalosas».

Según explica Imaz, «Julieta era venezolana, estudió para veterinaria, pero luego entró en el Teatro Universitario de Maracay y se fue a Brasil a estudiar el Teatro del Oprimido. Actuaba en espacios públicos, en festivales, en la calle, en Payasos sin Fronteras, y andaba viajando con la bici con su atrezzo. Tenía mucho coraje y fue muy activa en las redes de mujeres. Pero el mundo es muy hostil para las mujeres que viajan solas. La artista gipuzkoana participó este domingo 14 de enero, junto a varias docenas de personas, en una bicicletada convocada en Bilbao para denunciar estos hechos.


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