Críticas de espectáculos

Copirécup/Théâtre des Chimères

Copistería
Obras: Eva Perón y L’homosexuel ou la difficulté de s’exprimer
Autor: Copi
Intérpretes, Sophie Bancon, Muriel Machefer, Hervé Estébétéguy, Charlotte Maingé, Txomin Heguy, Guy Labadens, Jean-Marie Broucaret
Dirección: Jean-Marie Broucaret
Producción: Théâtre des Chimères
Les Decouverts –Miarritze-20/21-10-04 – Festival Théâtre Franco-ibèrique et Latino-americain
Théâtre des Chimères ha reunido bajo el título de «Copirecup» tres textos de Copi, de los que hemos tenido la oportunidad de ver dos, por separado, aunque está previsto que se puedan ver las tres en una única sesión. Se utiliza un espacio neutro, vacío, con unos alzados de madera que en cada obra toman una forma diferente. La iluminación es ambiental, de masas de calor, por lo tanto es un marco para que se muevan los personajes, los entes que crea Copi desde su capacidad para despedazar aquello que ama.
Es el caso de «Eva Perón», un texto cargado de simbolismos, que en esta propuesta se lleva un expresionismo esperpéntico, que implica el maquillaje, el vestuario y por encima de todo, la interpretación, que debe remarcar ese mundo entre irreal y tangible para demostrar en este caso, la voluntad de mando, de perpetuación de la figura tratada, en sus últimos días de vida, con un final sorpresivo que da un guiño a la propia historia Argentina, Eva Perón cambió su cuerpo por el de la enfermera y todavía vive. No hay manera más obvia de señalar teatralmente una sensación.
«L’homosexuele ou la difficulté de s’exprimer», está planteada con la misma estética, es decir en el roce del grotesco, y al tratarse de una indagación casi canalla de la identidad sexual, el cambio de sexo es la normalidad. Ninguna de las mujeres ha nacido mujer, y los hombres posiblemente sean también travestidos. Un juego de espejos que se expresa además con una crueldad formal, con un uso y abuso de la potestad sobre uno de los personajes humillado, convertido en moneda de cambio. Los actores deben dar vida a unos personajes femeninos que son, además, travestidos, con lo que se sitúan en el borde de la sobreactuación, aunque siempre logran quedarse justo en ese punto en donde la convención teatral da credibilidad a las extravagancias planteadas, que acaban siendo hirientes reflexiones sobre la identidad sexual o la misma idea de sexualidad. Dos buenas propuestas que forman un todo muy sugerente y ayudan a recordar a Copi, un gran autor muy poco visitado.
Carlos GIL


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