Críticas de espectáculos

Cosa de hombres/Lanònima Imperial

Amor gay
Obra: Cosa de hombres
Creación: Juan Carlos García
Intérpretes: Nicolaas Marckmann
Escenografía: José Menchero
Dirección: Juan Carlos García
Producción. Lanònima Imperial
La Fundición –Deustua- 2-02-05
Es una gran noticia que una reconocida compañía de danza contemporánea como es «Lanònima Imperial» elija La Fundición para realizar el estreno absoluto de su última creación, un gran espectáculo en donde se cuenta una historia de amor entre dos hombres, y es precisamente su contenido el que dota a las coreografías, los movimientos, la puesta en escena de unas connotaciones vitalistas que generan la sentida actuación de los dos bailarines que demuestran una gran calidad técnica y una sensibilidad creativa que se muestra a modo de compromiso estético con este amor gay expresado con belleza y erotismo.
La fuerza interpretativa es lo que señala el proceso comunicativo, el hecho de comunión con loo espectadores. Dos hombres jóvenes recordando su historia de amor, su primer encuentro, sus fantasías, sus evoluciones, conjunciones, disensiones y reconciliaciones. Es un espectáculo muy masculino. Hay en un momento un juego de transformismo que parece romper un poco el estilo general, en donde son dos cuerpos de varones atléticos que bailan, danzan, hablan, se seducen, sufren y gozan. No hay sensiblería, ni siquiera vindicación, es una historia de amor entre dos seres con pulsiones sexuales, emociones y sentimientos que los expresan bellamente acompañando sus danzas, en ocasiones realmente brillantes, con músicas que evocan, que forman parte de la dramaturgia, lo mismo que el vídeo o la iluminación que forman un todo homogéneo por donde fluye la historia de una forma fluida.
Es un espectáculo muy compacto, muy coherente, sólido, que llega por la calidad y por la fuerza de los intérpretes y de algunas imágenes multimediáticas que logran atrapar en unas instantáneas fugaces una acción que resume o contrapuntea alguna linealidad. Todavía existen algunos tiempos mínimos perdidos en las transiciones, pero en su conjunto es trepidante y está bien pautados los momentos acelerados y los más calmados y reflexivos. Un excelente trabajo de danza realmente contemporánea para el disfrute de todos.
Carlos GIL


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