Crónica del Festival CREA 2008
Ya acabó el festival de artes escénicas raras de Barcelona, CREA 2008. El festival empezó de forma potente con la rueda de prensa del lunes 22 de septiembre, en la cual, los organizadores del festival, o lo que es lo mismo, el grupo de teatro gestual PVC, informó a los asistentes, que a partir de ahora cesaban cualquier contacto con el Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, el todopoderoso ICUB, y que pasaban a la clandestinidad artística. Los motivos de este cese de relaciones, es por la nula acción de esta institución respecto a la compañía PVC, “si el ICUB pasa de nosotros, nosotros pasaremos del ICUB”. Parece como si quien tiene que cuidar de la cultura, no parase de poner impedimentos para que esta avance.
Y con este ambiente comenzó el festival con el aperitivo del jueves 25 de septiembre en el bar La Cotxera, con un espectáculo irregular, dos performances y un monólogo a cargo del grupo No me enamoro ni con tacones. Un monologuista sin experiencia, sin memoria, tuvo que recurrir varias veces a coger los papeles con los apuntes, y sin gracia, pero precisamente para esto está el CREA, para que los grupos cojan experiencia y tablas. Luego hubo una performance de esas que no sabes lo que estas viendo, una chica paseando por encima de las mesas y poco más. El punto auténticamente CREA, vino de la mano de Lorena, la cual ataviada solamente con una tela, intentó, con gran sufrimiento, coserla al cuerpo con una grapadora para evitar que se fuera al suelo. Las grapas no hicieron su función y no consiguió que entraran en la carne, pero todos agradecimos el esfuerzo. Después se puso de espaldas y todo el que quiso le golpeó con una tabla de madera en el culo. Fue lo que salvó la noche del jueves.
Toda la semana había estado lloviendo, y el viernes, no quiso ser menos, así que las dos actuaciones programadas en el patio, se tuvieron que pasar dentro de la sala.
La gente que iba entrando se encontraba primero con la exposición de fotografías de Alex Mulero, desnudos artísticos, encajando perfectamente en la filosofía del festival.
Empezó la noche con el grupo de música Mr Shure, grupo que realiza el ya sobado “mestizaje”, bien hecho, pero más de lo mismo, nada que sorprenda.
Semolinika realizó unas instalaciones de video que se proyectaban sobre una piscina infantil llena de pintura, sobre las paredes y sobre sus pechos. En principio estaba programado el Body Safe(er), pero problemas con actores impidieron tal montaje. Es una lástima, porque el cambio, no terminó de cuajar ni de ser atractivo.
Luego arrancaron Las Trifásicas, tres chicas, realizando una sesión de sadomaso a un pobre incauto, cera, pinchazos, subiendo el tono y el nivel de la noche, que ya empezaba a caldearse. No cayeron en una sesión típica, pues le dieron un corte teatral, y un maquillaje de muñecas, que le dio un toque diferente y artístico al asunto.
La tensión aumentó al actuar Riot Über Alles, detrás de una supuesta baja del cartel, se encaramó al escenario la sustituta de este grupo para presentar una escena de “video arte”, la proyección empezó sin sonido, algunos del público empezaron a silbar y a gritar, solucionado el tema, aparecen en pantalla unas piernas caminando por el campo. El video no variaba, todo el rato era lo mismo, dos energúmenos del público empezaron a gritar metiéndose con la artista, “lesbiana de mierda”, un sector del público, respondió con otros insultos, empujones, hasta la expulsión de la sala por parte de la organización, esta pareja de capullos volvió a entrar por la puerta, llamando maricones y otras lindezas a los asistentes, es posible que algún tortazo recibiera uno de estos dos, expulsión definitiva de la sala y en la pantalla aparecen la “artista” y los dos expulsados, descubriendo todo el pastel, que estaban todos implicados y que se trataba de crear un “ambiente hostil” y una crítica a que cualquier cosa, hoy en día, se considere arte. Una propuesta arriesgada en cuanto a lo impredecible del final.
Para rebajar la tensión, nada mejor que el visionado de unos cuerpos maquillados, esto es lo que nos ofreció la Academia de maquillaje Thuya, un desfile de dos chicas y un chico, con sus cuerpos pintados de fantasía, que algunas alumnas del centro estuvieron decorando durante la noche.
Cerró la noche, Diana con su pornoterrorismo, Diana es una chica que sale desnuda al escenario, recitando poesías, y proyectando imágenes de alto impacto por su contenido porno duro y otras imágenes de conflictos armados y ultraviolencia en general. Al final sorprendió a la concurrencia, ofreciéndose a ser penetrada por alguien del público, lo cual se hizo realidad.
El sábado, a pesar de aparecer soleado, fue el día de las cancelaciones y cambios de horario. La Cabeza Descalza no pudieron actuar por enfermedad de una de sus cantantes, así que volvimos a llamar a Diana, que tanto impacto había causado la noche anterior.
Lo primero del sábado fue La Quadra Mágica, con el espectáculo “Pau?”, una obra que va de un lado para otro, hace que difícilmente pueda gustarte la obra entera, pero si algunas de sus partes. Y si no te ha gustado, lo arreglan al final invitando a paella.
El concurso de lanzamiento de ordenadores, como cada año, es lo que más público congrega, y el sistema es muy sencillo, gana el que llega más lejos con su lanzamiento.
Con más ganas que aciertos, salieron los de Envasado al Vacío, un espectáculo raro pero simple, con unos ratos aburridos y otros de gran belleza en cuanto a imágenes como una cantante enjaulada o la quema de la ciudad. Trata sobre la guerra y la dominación. Hubo explosión de la mesa de sonido y hubo que esperar a que arreglaran la avería, hubo fallo con el proyector de video, y es que parece que ahora todos los grupos de teatro tienen que llevar proyecciones en video. Es un grupo que necesita de varios ensayos y gente implicada de verdad.
New Entity, con una imagen potente, desarrollaron un concierto contundente y divertido, teatralizado y con un público que estaba de su parte desde el principio.
Diana y Post-op nos prometieron caña, y caña nos dieron, pelea de perras, pinzas por el cuerpo, latigazos, penetraciones con consoladores, leche, carne, champán. Un final digno de un CREA que este año buscaba el lado oscuro de las artes escénicas y parece que está bien encaminado, aunque todavía le falta pulir algunos ámbitos.