Y no es coña

Cuaderno de notas

En este lunes veintiocho de marzo de dos mil veintidós en las que las autoridades sanitarias de España vuelven a meter a la ciudadanía en un proceso de confusión total respecto a la pandemia del virus COBVID-19, cuando no se sabe si los que están infectados pueden salir a la calle a seguir infectando, si los convivientes se han inmunizado por un decreto ley, si los mayores de sesenta años somos una raza especial y debemos cumplir todas las recomendaciones previas, me despierto en mi cuarto día de diagnosticado de una nueva infección sin fiebre, con una perenne moquita (antes fueron mocos), estornudos de una intensidad que me duele la caja torácica que se resiente con la tos persistente y con un aturdimiento mental que excede lo habitual. Así que me limitaré a apuntar los asuntos que quería desarrollar y que probablemente haré en la próxima entrega.

Mi reincidencia en la infección, con tres vacunas, más la de gripe, me ha sentado muy mal. Me ha frenado de golpe cuando iba en un velocidad de crucero bastante significativa. No importa dónde volvió a meterse en mis canales respiratorios el virus, lo cierto es que, si se miran las noticias, hay muertos diarios, y miles de infectados. Es rara la semana que no se suspende representaciones y estrenos por culpa del bicho. Y en lugares donde hay repartos amplios, por lógica, son más habituales los contagios. Parece claro y evidente que la mayoría de los contagiados tienen sintomatología ligera. Pero sigue siendo peligroso. No hagan caso a la inconsistencia del ministerio de sanidad y su obsesión por rebajar las estadísticas . Hay que cuidarse más que nunca. Para que los escenarios no se silencien y para que las salas no se colapsen.

De nuevo el Ministerio de Cultura de Iceta se desmorona por el INAEM. Primero fue Fernando Cerón el subdirector de teatro que dimitió. Fue sustituido por Javier de Dios López, y ahora es Amaya de Miguel Directora General, la que dice que dimite, aunque parece mejor que se va a otro destino más gratificante, la que es sustituida por Joan Francesc Marco Conchillo, lo que no parece otra cosa que una vuelta al pasado ya que ocupó ese cargo hace más de treinta años. ¿No hay gestores más jóvenes y adaptados a este siglo en el entorno del PSOE? Es un síntoma. Solamente sería de recibo este nombramiento si viniera a cerrar el INAEM. Tiene ya costumbre de hacer destrozos en instituciones culturales importantes. En el Liceu salió con todos sus trabajadores en huelga contra su mala gestión.

Estuve en Tenerife en su majestuoso Auditorio para ver el estreno de una ópera latinoamericana, “Florencia en el Amazonas”. Una buena experiencia. Buen libreto, una música adecuada y una magnífica puesta en escena de Chía Patiño. Hay tema para muchos congresos sobre estas producciones latinas. O hispanas. 

Y hoy no da más de sí este pobrecito hablador que vive en un niebla mental bastante densa.


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