Del 8 de septiembre al 17 de octubre, la Sala Cuarta Pared de Madrid abre su nueva temporada con las dos primeras entregas de su Trilogía Negra -‘Nada que perder’ e ‘Instrucciones para caminar sobre el alambre’-, mientras se anuncia que la tercera y última obra comenzará próximamente su fase de gestación.
La Compañía Cuarta Pared inauguró en 2015 lo que será a su término el conjunto de tres obras que proclaman la necesidad de un cambio, cada vez más acuciante en un mundo que se vuelve más y más invivible; fenómeno que la pandemia ha evidenciado todavía más.
Los acontecimientos vividos este último año han llevado a Cuarta Pared a reestrenar sus obras, brindando al público la oportunidad de verlas por primera vez o bien desde otra perspectiva. En esta reposición subyace la premisa de que la toma de decisiones que conllevarían al cambio aún siguen pendientes, un cambio necesario que se lleva pregonando y postergando con mayor intensidad en la última década.
La Trilogía Negra
Este conjunto de obras se caracteriza por emplear el thriller como género desde el que hacer denuncia social, en el que cada propuesta remite a la investigación de un crimen. Ambas obras presentan personajes de diferentes estratos sociales y entornos laborales que permiten que cualquier espectador pueda verse reconocido, en un hablar de tú a tú que ha conquistado al público con ambos espectáculos.
Existe, además, una cohesión temática, la lucha por la supervivencia en una sociedad en crisis (política, económica, moral, medioambiental…). Que responde, a su vez, a la ya mencionada intención de fondo: la pulsión de cambio que late en una población exhausta.
La continuidad de este tríptico también se refleja en el equipo creativo: una escritura a cuatro manos (los hermanos Quique y Yeray Bazo, Javier García Yagüe y Juanma Romero Gárriz) y una dirección (Javier García Yagüe) estables.
Una constante en las producciones de la compañía es la búsqueda de la vigencia que parte del deseo de averiguar qué hay de permanente en la mutabilidad de los sucesos que nos rodean. De ahí que sus obras suelan estar estructuradas en trilogías, siendo capaces así de trascender la inmediatez y dejar huella (tanto en los públicos, como en el sector teatral) y bucear en las profundidades de la condición humana; razón por la cual aún hoy tiene sentido reponer estas obras en nuestra cartelera. Por otro lado, es precisamente por esta minuciosidad en la labor de escritura e investigación que la realización completa de esta trilogía va a abarcar más de un lustro.
Las obras
‘Nada que perder’, estrenada en 2015, es la primera obra que inaugura la Trilogía Negra, seguida de ‘Instrucciones para caminar sobre el alambre’, estrenada en febrero de 2020. Entre una y otra existe una unidad formal y una cohesión temática, pero además se puede apreciar cierta continuidad entre ambas propuestas y es que la visualización de estas obras de manera conjunta permite dilucidar que los acontecimientos narrados en la segunda parte son consecuencia del panorama que se dibuja en su antecesora.
Ambas obras invitan a una reflexión transformadora, ya que apelan a la capacidad individual y al poder de nuestras decisiones a la hora de procurar el ansiado cambio. Un canto a la vida digna y a la necesidad de cuestionarse los valores dominantes de una sociedad desquiciada.
Ambas obras cuentan también con un equipo estable de intérpretes que coindicen en su mayoría en los dos espectáculos: Marina Herranz, Javier Pérez-Acebrón, Guillermo Sanjuán, Rosa Manteiga y Salvador Bosch.
