Curtidores Teatro presenta ‘El jardín de las delicias’ de Arrabal en el Festival de Málaga
«Celebro estar en Málaga, porque como sabéis soy malagueño, tan malagueño como Picasso. Y es que cuando nací en Melilla, en el 32, Melilla era provincia de Málaga, por lo que es normal que vuelva aquí con ocasión del montaje patafísico, también pánico, obviamente con ramas de surrealismo, incluso dadá, el mejor dadá, de El jardín de las delicias. Por eso, inmediatamente después de volver de Corea, no voy a Ankara a ver el Pic nic del Teatro Nacional, ni a Nueva York a ver Carta de amor, porque este momento es excepcional, este montaje de –recalcando cada sílaba- Cur… ti… do…res de Teatro». Fernando Arrabal comenzó de esta guisa la conferencia de prensa en la que esta mañana ha presentado el primer montaje que se realiza en España de una de las más contundentes obras del Teatro Pánico. El jardín de las delicias protagoniza el próximo fin de semana del XXIX Festival de Teatro de Málaga, ciudad y momento escogido por «razones simbólicas», dijo el dramaturgo, ensayista, poeta y cineasta, que se presentó en el Teatro Cervantes con un singular atuendo y actitud: «He venido vestido con el traje más preciso que tenía: de transcendente sátrapa, con la insignia frontal de la orden de la Gran Tripa. Ruego que me disculpen, pues me han retrasado los obreros, los fotógrafos, los estudiantes. Ha sido una procesión. Echaban flores a la virgen, que era yo».
Producida por Curtidores de Teatro y Proyecto Bufo, y dirigida por Rosario Ruiz Rodgers, la primera puesta en escena en castellano de la pieza pone en evidencia la riqueza de un texto cargado de simbolismo que Arrabal comenzó a escribir entre rejas en Carabanchel (el autor aludió en varias ocasiones a su papel de «chivo expiatorio» y al «ministro mentiroso» que quiso encerrarle y, según sus palabras, dejarle morir tuberculoso en la cárcel). El Teatro Cervantes de Málaga acogerá dos funciones de El jardín de las delicias, el viernes 20 y el sábado 21 (21.00 y 20.00 horas respectivamente), pero la carga de profundidad de la creatividad del autor de Carta al general Franco se podrá apreciar esta misma tarde en una charla para todo el público en el Rectorado de la UMA (19.00) y en un taller sobre Teatro Pánico dirigido a alumnos de la Escuela de Arte Dramático de Málaga (hoy jueves y mañana viernes).
El dramaturgo nacido en 1932 en Melilla, dueño de un teatro, provocador, irreverente y anárquico, reflexiona en El jardín de las delicias sobre la liberación de las ataduras sociales, sobre identidad y violencia, en una obra-ritual en la que hay humor y horror, en la que se mezclan realidad y elementos oníricos y absurdos. Rosario Ruiz Rodgers, cofundadora del Teatro de La Abadía y actual directora de Curtidores de Teatro, dirige el montaje y lo produce junto a la compañía Proyecto Bufo, dirigida por Arturo Bernal, quien se encarga de la dirección de movimiento y encarna a Zenón en la obra (un personaje «poético, grotesco y lleno de sexualidad», dijo el actor en la rueda, en la que también estuvo la directora). El resto del elenco está formado por Carlos Domingo, Esperanza Elipe y Laura Jabois.
Sinopsis
La obra cuenta la historia de Lais, una gran actriz retirada que contesta a sus admiradores en un programa televisivo desde el salón de su casa, donde vive con el hombre-bestia Zenón y con sus ovejas. Las preguntas que contesta hacen aflorar sus vivencias y creencias, realizando un viaje interior/exterior en el que conoce a Teloc, hombre-mago y posterior amante de Miharca, excompañera del internado de monjas de su infancia y amiga del alma en el mundo de la inocencia. La pérdida de la inocencia y el mundo que se abre y se pliega a la vez con las personas que están dentro, mezclándose real o fantásticamente, intrigando o inmolándose, conducen a la transmutación final en el huevo místico junto a Zenón, en un ciclo que se nos aventura eterno.
Rosario Ruiz Rodgers es la actual directora de Curtidores de Teatro, un espacio abierto a la creación, enseñanza y socialización del teatro. Ha dirigido montajes de grandes autores como Bertolt Brecht, Thomas Bernhart, Sarah Kane, Antonio Álamo o Borja Ortiz de Gondra. Actualmente colabora con Ernesto Caballero en su último montaje, En esta vida todo es verdad y todo es mentira, como asesora de verso y palabra. Ha obtenido varios premios, como el Nacional de Teatro durante su gestión de la Fundación Teatro de la Abadía, el Ercilla a la mejor creación escénica y el premio de la Crítica de Madrid.
La compañía Proyecto Bufo, dirigida por Arturo Bernal, investiga el Grotesco al servicio del teatro contemporáneo. Bernal ha trabajado a las órdenes de reconocidos directores como Carlo Bosso, Gerardo Vera, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Luis Blat o Lluis Pascual. En 2005 dirigió su primer montaje, Incitación al kennedycidio, de Antonio Rojano, y en 2010 obtuvo el Premio del Público al Mejor Director de Escena en el Primer Certamen Internacional de Directores de Escena Fantasio Piccoli, con una versión libre de Las Bacantes, de Eurípiedes.
Ambas compañías se han unido a partir de su complementaria visión del teatro contemporáneo y se han atrevido a poner en escena un texto que nadie había hecho antes en castellano. La narración no avanza de forma lineal sino poliédrica en un montaje con saltos continuos en el tiempo e inmersiones en los sueños y deseos, en el que intervienen elementos audiovisuales y el lenguaje físico de actores y actrices al servicio de la palabra poética de Arrabal. Un juego que reflexiona sobre la libertad, la identidad y la violencia.
El estreno nacional tuvo lugar a mediados de 2011 en Madrid, en presencia de Arrabal, que expresó su gran satisfacción y emoción por ver, por primera vez, su obra representada en castellano. En Madrid, Valladolid y Santander ha cosechado excelentes críticas y gran aceptación por parte del público. Colaboran en el montaje la Comunidad de Madrid, Fundación Teatro de la Abadía, Corral de Comedias de Alcalá de Henares y Cuarta Pared ETC. Después de Málaga, el montaje viajará a Toledo.
El proyecto pedagógico que desarrolla Curtidores de Teatro con cursos regulares dirigidos a profesionales avala el taller específico sobre el Teatro Pánico de Arrabal que impartirán Rosario Ruiz y Arturo Bernal en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga dentro de las actividades paralelas del XXIX Festival de Teatro. Con el objetivo de dar a conocer la profundidad poética de Fernando Arrabal e investigar sobre la técnica actoral necesaria para abordar sus textos, el contenido del taller consistirá en entrenamiento psicofísico, técnicas contemporáneas interpretativas (J. Lecoq, M. Chejov, J. Grotowsky, Odin Teatret) al servicio de la obra pánica y trabajo textual de fragmentos escogidos de los títulos más representativos del dramaturgo.
Fernando Arrabal
Fernando Arrabal (Melilla 1932) aprendió a leer y a escribir en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Desde su adolescencia no ha cesado en su búsqueda-huída de su padre y su destino. Esta constante pesquisa ha permitido al autor permanecer siempre alerta gracias a «su obra gozosamente lúdica, rebelde, bohemia», en la que refleja «el síndrome de nuestro tiempo de campos de concentración y alambradas» (Diccionario de las literaturas, Ed.Borras).
Arrabal es un solitario. Su inconformismo es un handicap y un privilegio. Prolífico escritor, ha publicado dos volúmenes de más de cuatro mil páginas de teatro, trece novelas, varios centenares de libros de poesía (ilustrados por Dalí, Magritte, Picasso o Saura), ensayos, libros de ajedrez y su famosa Carta al General Franco, escrita en vida del dictador. Ha dirigido también 7 u 8 largometrajes.
Fue premio nacional de superdotados a los diez años y Nadal de novela 40 años después. Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, Nabokov Internacional de novela, Espasa de ensayo, World’s Theater, Mariano de Cavia de periodismo, Wittgenstein de filosofía, Alessandro Manzini de poesía, Legión de honor, Honoris causa de la Universidad de Aristóteles, Premio Nacional de Literatura,…También fue candidato al Nobel.
Tras permanecer tres años en el grupo surrealista, creó el Movimiento Pánico junto a Topor y Jodorowsky. El colegio de Patafísica le nombró Trascendente Sátrapa, sitio que ocupa junto a otros como Duchamps, Queneau, Man Ray, Boris Vian, Ionesco, Ernst, Humberto Eco, Baudrillard o Dario Fo. Sus obras de teatro se representan por todo el mundo desde hace cuarenta años.