D. Quijote y Sancho por tierras mozambicanas-Crónica de Agerre Teatroa
Maputo, capital de Mozambique, aguarda la llegada de una compañía de teatro que va a realizar un trabajo de mestizaje europeo-africano a partir del Quijote del gran Cervantes. Las expectativas por parte de todos son enormes: La Compañía teatral, Agerre teatroa, o sea nosotros, embarcados en una aventura llena de fascinantes incógnitas. La Compañía mozambicana Luarte, embarcados en el proyecto más ambicioso de su curriculum, y del que esperan todo. Si antes, en el 2.004, Celestina, puta velha casamenteira, a partir de La Celestina de F Rojas, realizó el milagro para el Festival internacional de agosto con una propuesta conjunta, ahora, nuestra segunda experiencia juntos ha de ser extraordinaria, ellos no tienen dudas, a pesar de las tres escasa semanas con las que contamos para realizar este proyecto: DULCINEIA E O CAVALEIRO DOS LEOES. La Embajada española a través de AECIC les ha dado todo su apoyo. “La verdad es que teníamos mucho miedo, porque llegan muchos y en muchos casos se concreta todo en una visita más turística que real.” Esto último, gracias a Dios, nos lo comentan después del estreno, que ha creado satisfacción y felicidad en todas las partes implicadas. Si nos lo hubieran dicho nada más llegar, la presión habría sido fortísima.
Patxi Pérez se pone manos a la obra y con los actores y actrices desarrolla sus conocimientos sobre las técnicas del clown. Un trabajo totalmente desconocido en Maputo, y los actores nos comentan que será muy novedoso. En sus pieles oscuras las narices rojas junto con sus cuerpos ágiles, llenos de ritmo, hacen surgir rápidamente sus almas de payasos. Al espectáculo nos parece que le sienta de maravilla y plásticamente le da una proyección muy rica, ambigua y provocativa. Así pues decidimos que será la clave interpretativa. Como no hay tiempo para crear escenografías complejas, y siguiendo la inspiración del arte mozambicano que crea esculturas alargadas hacia una verticalidad de torres humanas, pueblos enteros que, como en una torre de babel aspiran a llegar a algún Cielo o paraíso soñado (quién mejor que don Quijote para intentar conducirlos hacia sus sueños), así lo planteamos también nosotros, a partir de un único elemento: una escalera torre, fuerte, castillo, barco, púlpito… que se abate y reconstruye constantemente a lo largo del espectáculo; surge y resurge de sus cenizas, incansable, desafiante: – “Danzar y resistir, es la única manera de ganar todas las guerras, resistiendo, sobreviviendo” dice uno de los personajes. Estos son: D Quijote, todo verticalidad, y Sanchuelo, todo horizontalidad, con sus miradas puestas en los cuatro puntos cardinales, además de las mujeres que defienden la tierra y cuidan de los hombres, realizando todos un viaje, una aventura que es la aventura humana: nacer, vivir y resistir. Y van siguiendo las huellas, una a una… construyendo y deconstruyendo espacios escénicos más allá del escenario, por todo el teatro… Y, día a día, salvando los obstáculos continuos que en Maputo se presentan sin avisar, intentamos llegar hasta el final. Kepa y Jimi trabajan hasta la extenuación con los músicos fusionando melodías, ritmos, canciones, danzas. Más tarde se incorpora también Miguel Angel. Lo que en un principio parecía un trabajo no demasiado complicado se vuelve complejo, pero el resultado final no deja de sonar sorprendente, afinado y compacto.
También las escenas se fusionan y D. Quijote y Sancho, gracias al mago Merlín de aspecto más cercano al del conserje-poli que el de mago, llegan desde la misma España mirándose sorprendidos en el reflejo de D Quijote y Sancho africanos, escandalizados de verse una vez más plagiados, y riéndose ambos de la locura del otro, y el resto, incluidos los espectadores, de la locura de ambos.
Todo esto ocurre en el Teatro Avenida donde se ha presentado anteriormente La señorita Julia de Strindberg, según una adaptación y dirección del novelista Henning Mankell. La afluencia de público es escasa. La puesta en escena excelsa y los tres actores son considerados los mejores actores del país. La producción es de Mutumbela gogo grupo de teatro histórico al que el novelista sueco está ligado desde hace más de 20 años.
También tendremos ocasión de ver una pieza de la joven portuguesa Andrea Faria en el Centro franco-mozambicano A decapitaçao do chefs entre otros de autores como Italo Calvino, o el mozambicano Ungulane Ba Kakossa. Pieza muy experimental, cercana a la performance.
Manuela Soeiro, directora del teatro Avenida, sonríe contenta al ver en nuestro estreno a toda la Embajada española y su teatro a rebosar de gente cada día de representación. Es una auténtica fiesta, ya que, teniendo el espectáculo la música en directo, se concluye con un pasacalle que involucra a todos los espectadores. El boca a boca trae a un público ávido de novedades, que llega numerosísimo y que no para de entrar hasta el último cuarto de hora del espectáculo, dispuesto a dejarse seducir, sobre todo por el trabajo que se realiza en el patio de butacas que le sorprende y provoca. Ríen y se dan palmas en los muslos.
Carlos Blasco Bernáldez, agregado cultural de la Embajada nos dice: “ ¿Qué planes tenéis ahora? ¿Qué queréis hacer a partir de aquí? Nosotros estamos a vuestra disposición, para ayudaros y apoyaros.”
Son esas situaciones en la vida en las que la magia del teatro consigue unir el arte y el apoyo institucional en una alianza creativa, pasional y llena de esperanza, para un objetivo bueno: probar a relacionarnos juntando creativamente mentalidades y culturas diferentes.
Maite Agirre
FICHA ARTISTICA:
ACTORES: Kepa Fersan, Patxi Pérez, Nelson Fakir, Ambrosio Joa, Silvia Mendes, Tonecas Homo, Dinis Chembene, Moiasse Sambo, Lino Nhachale, Julieta Mendonça, Horacio Mazuze.
MÚSICOS: Jimi Olaizola, Mielanjel Harana, Zefanias Langa, Jimmy Gwaza, Rafael Langa
PROYECCION AUDIOVISUAL: Luis Chaves
LUMINOTECNIA: Alfredo
AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Felix Mambuxo y Mónica Sojo
DIRECCIÓN: Maite Agirre