El seminario El acceso a la cultura. Políticas para el desarrollo de audiencias –organizado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) dentro de los cursos de verano de El Escorial- celebró hoy, miércoles 2 de junio, su tercera jornada con una esclarecedora ponencia a cargo de Rubén Gutiérrez del Castillo. El coordinador del Área de Estudios de la Fundación Autor ofreció la vertiente más técnica y económica de las audiencias con nuevos datos sobre la asistencia a espectáculos culturales.
Según los datos ofrecidos por Gutiérrez del Castillo, la música popular se ha consolidado como la principal opción de los españoles a la hora de acudir a un espectáculo en vivo. Si en 2003 la asistencia a conciertos se situaba en el 24,6 por ciento, el año pasado se logró susperar el 26,4 por ciento, según los datos de la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales que realiza el Ministerio de Cultura.
La segunda opción para el público de nuestro país es el teatro, aunque en los últimos cuatro años las representaciones han sufrido un pequeño revés en lo que a público se refiere, ya que su audiencia ha caído cerca de cuatro puntos.
Ligeras variaciones han sufrido, también, los auditorios de ópera y zarzuela, ya que sus cifras han variado en un 0’3 y 0’7 puntos, respectivamente, mientras que la música clásica ha logrado fidelizar a un 8,40 por ciento de los asistentes y se ha mantenido invariable. Por su parte, desde 2003 la danza ha conseguido un moderado interés de la población pasando del 4,6 por ciento de la asistencia conseguida en 2003, al 5,10 por ciento de la pasada temporada.
Según explicaba el coordinador de Estudios de la Fundación Autor, los datos desvelan, sobre todo, un estancamiento de las audiencias en cuanto a sectores se refiere. Así, la danza, la ópera, la música clásica o la zarzuela siguen siendo terreno acotado a un público minoritario, que el resto de la población relaciona con cuestiones como la seriedad de los formatos, la formalidad o lo asocian a gente de mayor edad.
Además, con respecto al espectro de espectadores que acudieron a las salas y auditorios españoles, más del 50 por ciento aseguraba que la regularidad de su asistencia era de “Nunca o casi nunca”. Más excepcionales –en lo que a asiduidad se refiere- es la asistencia de los españoles a la ópera o el ballet. En ambos casos, el capítulo de “Nunca o casi nunca” alcanza el 86 y 80 por ciento, respectivamente.
Por eso, Gutiérrez del Castillo aseguraba que la Cultura española necesita “algo más que bajar el precio de las entradas”. El ponente aseguraba que son precisas “políticas más complejas que consigan incentivar el interés del público y rompan con los estereotipos a los que el público continúa asociando las artes escénicas”
Descenso de audiencias, barreras similares
Aunque los datos arrojan ligeros descensos, la población sigue esgrimiendo razones similares para justificar su ausencia en el patio de butacas. La principal barrera es, con diferencia la falta de interés, aunque también destacan cuestiones como la carestía de las entradas o la escasez en la oferta de espectáculos en algunos sectores.
En concreto, el desinterés afecta al 49,2 por ciento de la población en el caso de la ópera, el 46,3 por ciento en la danza, o el 42,8 por ciento en la música clásica. Por otro lado, quienes más se quejan del precio de la localidades son los aficionados al teatro (20,8 por ciento lo consideran excesivo) y a la música (22,6 por ciento).
