Davide Carnevali conecta la dictadura española y la argentina en ‘Retrat de l’artista mort’
El montaje, protagonizado por Sergi Torrecilla, puede verse del 31 de mayo al 9 de junio en el Lliure de Gràcia
El Teatre Lliure de Barcelona estrena ‘Retrat de l’artista mort‘, un espectáculo del dramaturgo italiano Davide Carnevali sobre los desaparecidos de las dictaduras franquista y argentina. Protagonizado por Sergi Torrecilla, podrá verse del 31 de mayo al 9 de junio en Gràcia.
El montaje, que para su exhibición en el Lliure lleva el subtítulo ‘Espanya ’39 – Argentina ’78’, ha podido verse en Alemania, Italia y Francia. Carnevali reescribe la historia cada vez en función de la ciudad donde se representa y del actor que la interpreta, manteniendo siempre la conexión entre los fascismos del siglo XX en Europa y la dictadura argentina de los años 70.
«Hasta ahora habíamos creado un puente entre la desaparición de los argentinos con el holocausto, pero en este caso hemos pensado conectarlo con la guerra civil», cuenta el autor y director. Esta dramaturgia en reescritura permanente transforma ‘Retrat de l’artista mort‘ en una reflexión sobre la barbarie del fascismo que atravesó globalmente el siglo XX. «Y esto todavía podría, peligrosamente, volver a aparecer hoy», añade Carnevali.
Jugando con la fina línea entre la realidad y la ficción, ‘Retrat de l’artista mort’ empieza con el actor valenciano Sergi Torrecilla contando al público un episodio de su vida privada: la apertura de una causa judicial sobre un piso en Buenos Aires, adquirido por un presunto familiar suyo en 1978, pero expropiado a un disidente político durante la dictadura militar, motivo por el cual la familia de la víctima solicita hoy su reasignación.
Para asistir al juicio, pero también con la intención de preparar un espectáculo de teatro documental basado en estos hechos, el actor viaja con Carnevali a Buenos Aires, descubriendo que el antiguo propietario desaparecido del piso era un músico, un pianista. Se inicia así una investigación atrás en el tiempo que intenta dar luz a un pasado que resulta, en cambio, cada vez más oscuro. Hasta descubrir que el músico, en el momento de su desaparición, estaba trabajando en las partituras incompletas de un compositor valenciano, los rastros del cual se habían perdido durante la Guerra Civil española.
El espectáculo está ambientado en un contexto de verosimilitud histórica y salpicado de ideas autobiográficas reales, tratadas con la técnica de la autoficción. «Con su uso, basura transparentes las dinámicas que regulan la ilusión, subrayamos la facilidad con que somos víctimas del engaño y creemos ciertas historias, ponemos de manifiesto la fascinación que nos tienen todas las historias, que nos lleva a confundir la narración con la realidad objetiva», cuenta Carnevali.
Para Torrecilla, formar parte del proyecto «ha sido un proceso muy enriquecedor porque me ha permitido conocer partes de la historia de mi familia que, si yo no hubiera preguntado, no me habrían contado», admite. «Otra vez, el silencio está presente en muchos relatos históricos. Y en esta obra es una parte importante», concluye.
El montaje, que se mueve entre la investigación histórica y la investigación policial, cuestiona también nuestra forma de releer el pasado y de escribir la historia, y se plantea los problemas éticos que comporta esta reconstrucción: ¿Cómo puedo dar la voz a un desaparecido? ¿O el riesgo es que mi voz sustituya la del desaparecido y le ponga en boca un discurso que no es suyo?
Para Carnevali era importante, en la puesta en escena, visibilizar los mecanismos teatrales a través de los cuales se construye la historia y el espectáculo porque el público pueda hacer una lectura crítica. «Dentro del espectáculo hacemos increíble el discurso, a través de unos veinte movimientos, gestos, mecanismos escénicos visibles a la vista, que revelan como todo lo que se explica es fruto de una construcción artificial», cuenta.
El montaje se estrenó en la Bienal de Múnich en Baviera y en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín en 2018. En el Lliure llega ahora un remontaje de la producción que hizo el Piccolo Teatro de Milano el año pasado y que se ha remontado también en francés en la Comédie de Caen, la Comédie de Reims y el Théâtre de Lieja esta temporada.