Der amor y odio. Gitana Cortés Company
Con vocación de eternidad
Obra: De amor y odio
Coreografía: Joaquín Cortés
Música Original: Joaquín Cortés, Antonio y José Carbonell
Producción:Gitana Cortés Company
Teatro Lope de Vega – Madrid
El II Festival Chivas Regal de Danza, ha proporcionado un vital aliento a la cenicienta de las artes. A la danza, concebida desde su generalidad, hasta su sabor más español, hasta su más exquisita particularidad. La II edición de este festival ha acogido el nacimiento y los primeros pasos de una compañía, la formada por el bailarín español, Joaquín Cortés, que tras veintiún años bailando en los mejores escenarios del mundo, aborda una nueva empresa, una nueva faceta igualmente rica y, tal vez, más generosa.
Quince bailarinas, nueve bailarines, dos voces y seis músicos han sido los que han interpretado “De amor y odio”, un ambicioso espectáculo; una historia que Cortés ha pergeñado desde la fusión, para introducirse en la esencia del ser humano; para transmitir con el ballet clásico, el flamenco, el jazz, el devenir histórico de una humanidad que ama y odia con la misma intensidad con la que desconoce, con la que ignora y prejuzga.
En dicha coreografía, confluyen los elementos necesarios para contemplarla como una nueva vuelta de tuerca, en la carrera del artista andaluz y en la danza española.
Joaquín Cortés, derrocha creatividad y osadía, al apostar por la juventud y la fuerza de las nuevas figuras del baile que él mismo ha seleccionado entre más de cuatrocientos aspirantes con un extraordinario nivel, de igual manera, no ha escatimado recursos para decir, para comunicar, para conmover al espectador.
Luces, efectos visuales, proyecciones, dramatismo, sentimiento, pasión y baile; todo eso es “De amor y odio”. Un camino que concluye cuando se abre los ojos a un mundo que nos obliga a optar por unas cartas marcadas de antemano.
Nuestra conciencia, vestida de blanco, deambula perdida entre seres, entre miradas de desconcierto, entre palabras malheridas, entre lo que somos y lo que desearíamos ser. Entre lo que somos y lo que deberíamos ser.
El hombre, no es capaz de mirar de frente su creación. Un mar de guerra, de muerte, de injusticia, que apenas oye cuando la soberbia le tapa los oídos…
¿Es capaz de amar el ser humano, o la moneda siempre descansa sobre nuestras manos mostrando el mismo rostro?
Gitana Cortés Company, ha presentado su primer trabajo y con él, ha defendido una estupenda coreografía, obra de uno de los mejores bailarines de nuestro país. Como tal, encontramos su toque personal, su carácter, su sello. Constituyendo esto, una redundancia que, sin ser algo negativo, debe evitar.
Joaquín Cortés puede y debe darnos mucho más; porque a este espectáculo le sobre el “Principio”. Unos veinte minutos, más o menos, que aparecen anexionados a un cuerpo único, con un colorido distinto, con un ritmo opuesto y quizá, disonante.
¿Qué tienen en común, cuál es el punto de inflexión, el nexo que une este final al resto, al espectáculo, en sí?
A mi parecer, nada. Absolutamente nada. No añade nada, no aporta nada a una coreografía vanguardista, dramática y tremendamente rica que, sin ello, sería sobresaliente.