Diciembre en danza en la Sala Mirador
La Sala Mirador de Madrid propone dentro de su programación diversas piezas de danza que se podrán disfrutar a lo largo del mes de diciembre.
Diciembre en danza
Turning tables
Del 6 al 8 de diciembre
Bajo la dirección de Alessio Natale, ‘Turning Tables’ es una pieza creada para «The Place Dance Lab.» que supone un trabajo personal y profundo de cada bailarín, sobre su propia personalidad y la posibilidad de explorar otras identidades.
La danza se convierte en un cambio de roles donde la curiosidad por el otro acaba por desnudar al bailarín, sin concesiones y abandonando todos los miedos, lo que le permite cambiar su posición convirtiéndose en aquello que desea ser, vistiendo la piel de los demás y hasta llegar a cambiar su propio ser si lo quisiese.
Un mundo feliz
Del 13 al 15 de diciembre
Deshumanización del nuevo mundo, esterilidad y falta de individualismo que Huxley solo contemplaba en los principios del siglo pasado, hoy, 100 años más tarde, son realidad.
‘Un mundo feliz’, dirigida por Sasha Sasic, es una historia en la que un individuo ingenuo y salvaje se enfrenta a la moral y la política del nuevo mundo. Es la visión clara de la realidad desequilibrada en la que los habitantes son clonados, socialmente indoctrinados y farmacológicamente anestesiados para poder estar dentro del algoritmo, todo para aniquilar su libertad, su humanidad y su alma. En ‘Un mundo feliz’ todos son felices, todos son únicos y todos están contentos con sus vidas.
Tiempo
Del 20 al 22 de diciembre
En este programa conviven dos propuestas, dos solos, muy diferentes en su forma y su fondo. Se articulan y llegan a conformar una propuesta que dialoga. Este diálogo consigue un discurso en torno al ‘TIEMPO’.
Kausto
Del 26 al 29 de noviembre
No podemos olvidar la barbarie.
La historia no se repite pero puede rimar. Pronto no quedarán testigos oculares y su mayor miedo es que el mundo termine olvidándose de lo que supuso el mayor genocidio de la historia. Para evitarlo, sus historias deben ser transmitidas.
Si el conocimiento solo se dirige a la mente, se olvida. También tiene que llegar al corazón.