Teatro de la Maestranza, Sevilla
Martes 8 de Marzo de 2005
Rafael Taibo, voz, Rafael Serrallet, guitarra barroca y vihuela.
El pasado martes día 8 de marzo, se celebró en el teatro de la Maestranza de Sevilla el último recital del ciclo de los melólogos, que con tan buen acierto ha programado el teatro hispalense. Se trata de dar a conocer un género poco conocido pero de un gran interés en donde voz y música se conjugan para recrear una sola pieza artística. En este caso el espectáculo que Taibo y Serrallet no es exactamente un melólogo, pues el espectáculo escoge textos del Quijote y los mezcla con músicas para vihuela y guitarra barroca de la época, pero en este año de conmemoración cervantina encajaba perfectamente dentro de este ciclo.
Rafael Taibo, posee una de las voces con más personalidad del mundo radiofónico español. Su timbre es personalísimo e inconfundible desde la primera sílaba articulada y su talento y maestría en todo lo que supone voz y música no tiene parangón en nuestro país. Los versos (y las prosas, que aunque menos numerosas, también se encontraban en el espectáculo), fueron recitados de manera extraordinaria, deleitando a todos los asistentes con esa desconocida faceta cervantina. Respecto a Rafael Serrallet, ora solo, ora junto a Taibo interpretó de manera dulce y musical cada una de las piezas seleccionadas. Con Sanz como plato fuerte, también se incorporaron piezas de Mudarra, Milán, Narváez o Pisador, y si es cierto que la Instrucción de Música para guitarra española del aragonés fuera publicada en 1674 (69 años después que el Quijote), no es menos cierto que las piezas escogidas por Serrallet constituían una selección de danzas y de piezas que sin duda eran populares ya desde muchos años antes (folías, españoletas, canarios, etc.).
Un trabajo que en el entorno de la Sala Manuel García, con un público totalmente entregado y que la llenaba por completo, tuvo un marco ideal, para poder disfrutar de una joya musical-literaria, o literaria-musical, como se prefiera de la mano de dos grandes intérpretes, que a buen seguro seguirán cosechando ovaciones y éxitos parecidos a los que la audiencia sevillana les proporcionó.
