Las actividades previstas en la sala deustuarra de La Fundición para este mes de noviembre contempla dos espectáculos de danza, el primero de ellos integrado por cinco coreografías ideadas por el irlandés Fearghus Ó Conchúir y por el vasco Mikel Aristegui, y el segundo producido por el Centro de las Artes Escénicas de Sevilla que cuenta con la creación coreográfica de Isabel Vázquez y Juan Luis Matilla. La cita con Fearghus Ó Conchúir y Mikel Aristegui será los días 8 y 9 en las que mostrarán un repertorio agrupado bajo el título genérico de A Man´s Touch que está integrado por cinco creaciones diferentes en las que también participa Mattehw Morris. En estas piezas los creadores reflexionan sobre el hombre como punto de encuentro, de sus orígenes y de la relación con sus semejantes.
El programa incluye los dúos Match, coreografiado por Ó Conchúir que la interpreta junto a Morris, y Uneven, creada por Aristegui e interpretada junto a Morris, en las que abordan la fuerza y poder entre el sexo masculino, para trasladar al espectador a un campo de fútbol a través de la danza o a una situación de intimidad para mostrar otra perspectiva de la relación de dos personas del mismo sexo. En los dos solos se cuestionan los respectivos orígenes conflictivos de cada uno de los creadores, y si Euskalherria, es una pieza creada e interpretada por Aristegui, Cosán Dearg, coreografiado e interpretado por Ó Conchúir, está inspirada en Oisín, quien según la mitología irlandesa fue un gran poeta y guerrero. A Man’s touch que completa el programa reúne sobre el escenario a los tres bailarines para ofrecer un breve ejercicio de improvisación.
Yo cocino y él friega los platos es la respuesta dada por John Cage a la pregunta “¿Cómo definiría usted su relación personal con el señor Cunningham?” y el título del espectáculo que presenta el Centro de las Artes Escénicas de Sevilla los días 15 y 16 de noviembre. Esta coreografía que dirige Jordi Cortés toma el silencio como motivo escénico y la obra de Cage, reinterpretada por Alejando Rojas Marcos, pero no para hacer lo que él hubiera hecho, ni ceñirse a sus principios estéticos, sino para dejarse influir y para enriquecer su propio lenguaje.
Los propios integrantes de la formación sostienen que “si tomamos como punto de partida el concepto de silencio descrito por John Cage, el propio bailarín puede ser también un productor de sonidos no intencionados, sonidos que nos son buscados pero que se producen como consecuencia inevitable de tareas no estrictamente musicales” y añaden que “si consideramos la quietud como análoga al silencio, podemos llegar a la conclusión de que la dualidad movimiento/quietud es sólo aparente”.
Por otra parte, el Festival Dantzaldia que organiza La Fundición y que se está celebrando durante estos meses en el palacio Euskalduna de Bilbao, presenta el domingo 23 de noviembre la obra ‘Uprising’ de Hofesh Shechter. Es un impactante trabajo para siete enérgicos bailarines que barren el escenario con un salvaje viento de esperanza contra la sombra de la desesperación. Pieza de coreografía comprometida y compleja que se apoya en una poderosa composición musical, Uprising llega a la audiencia como un asalto a los sentidos. Un trabajo con muchos niveles de lectura, que trae a la superficie la fina línea entre lo épico y lo frágil, y donde hermandad y solidaridad se presentan cuidadosamente asociadas.
