Foro fugaz

Duro tiempo para masculinidades

No voy a defender a mis congéneres con los que comparto sexo, porque de que los hay brutos, los hay. Algunos protegidos por leyes que se pretenden sagradas como en Irán y Afganistán, otros que van por la libre y quieren someter a las mujeres de alguna manera soterrada e hipócrita, casi todos bajo el manto de la religión. Los judeo-cristianos no llegan tan lejos como los musulmanes, pero también encuentran la manera de someter a las mujeres con sus leyes.

En Estados Unidos surgió el movimiento Me-too en 2017 para denunciar, primero los abusos ocurridos en la industria cinematográfica, y después en la sociedad occidental en general. Este movimiento ha denunciado muchos abusos, aunque algunos imaginarios, otros a destiempo y con un tinte puritano, propio a los estadounidenses.

Una de sus víctimas fue Plácido Domingo que tuvo que renunciar a la Ópera de los Ángeles por denuncias en su contra. Hechos del pasado en los que el mismo Plácido Domingo reconoce haber actuado conforme a los hábitos de la época. A pesar de las múltiples denuncias una mezzo-soprano, María José Suárez, salió en defensa del cantante y añadió que ella era testigo de cómo decenas de mujeres asediaban a Plácido Domingo. Y si en Estados Unidos sigue el boicot en su contra, en Europa y Asia se presenta sin ningún problema a pesar de sus 83 años y con muy buen talante y voz.

Recientemente se han dado otros excesos. Por ejemplo, el trompetista franco-libanés Ibrahim Maalouf fue excluido como jurado del Festival de Cine de Estados Unidos que se realizó en la estación balnearia de Deauville en el mes de septiembre, porque fue acusado ¡en 2013! de haber besado sin su consentimiento a una adolescente. En 2020 Maalouf fue declarado inocente por la justicia, lo que no impidió que la directora del festival, Aude Hesbert, lo eliminara del jurado porque según declaró “había invitado a personalidades muy quisquillosas con respecto al movimiento #Me-too”. Lo que diga la justicia no importa, importa que los hombres que participan en el festival sean impolutos, y no sean acusados en ningún tribunal.

Pero el asunto no para ahí, recientemente Ivo von Hove fue despedido de la asesoría artística del Teatro Internacional de Ámsterdam, del que fuera director artístico hasta 2023. Las causas de su despido vienen de diversas denuncias sobre una acción tiránica de parte de von Hove, incluida la de acoso sexual. Recordemos que Ivo van Hove es actualmente uno de los directores más cotizados y eminentes de Europa, no sabemos cómo vaya a influir esta denuncia en su carrera de director, pero no es un caso único de autoritarismo en el mundo de la escena. Es sabida la tendencia de los directores de cine y teatro a perfilarse como tiranos del set. El caso de Alfred Hitchcock es emblemático en este sentido, lo que no impidió que fuera uno de los mejores directores del siglo XX. La actitud tiránica ha sido celebrada por muchos creadores, que dicen que un capitán tiene que ser claro, con autoridad y saber adónde se dirige aunque sea por caminos extraviados. “Si Hitchcock trabajara hoy en los estudios sería denunciado por acoso sexual” dice el crítico Donald Spoto autor de dos obras biográficas en torno a este director. Director de teatro o de cine no debe ser sinónimo de autoritarismo, sin embargo la materia con la que trabajan, los actores, las actrices, no siempre son una tripulación disciplinada ¿qué hacer?

El tema da para más, lo que queda claro es que han cambiado las relaciones hombre-mujer, aunque el impulso sexual siga coronando muchas de nuestras actividades y pasiones. No somos animales, pero tampoco ángeles, nuestra actividad es un camino a Damasco…

París, octubre de 2024


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