Estrenan ‘Kuku’, donde reivindican el papel de la mujer en la historia
La fotógrafa Vivian Maier (Nueva York, 1926 – Chicago, 2009) es la principal fuente de inspiración de ‘Kuku’, subtitulada ‘Ezkutuan dauden emakumeak’ (Mujeres ocultas), la nueva obra de Eidabe, que se estrena en Berango, Bizkaia, el 26 de noviembre. Escrita por Imanol Ituiño, dirigida por Olatz Gorrotxategi e interpretada por Ana García y Lerie Ormazabal, la obra se representa en euskera y está protagonizada por dos jóvenes actrices que al llegar al teatro se encuentran con una caja de viejas fotografías en blanco y negro cuya procedencia y autoría desconocen.
“El reto de Kuku es doble. Por un lado, reivindicar el papel de la mujer creadora, con voz propia, a través de la figura de Vivian Mayer y por otro, acercar el mundo de la fotografía analógica a los chavales de hoy en día. Vivimos más que nunca en una sociedad de la imagen, pero, paradójicamente, esa avalancha de fotografías hace que no prestemos atención ni valoremos las imágenes en absoluto”, explica Imanol Ituiño, autor de la obra.
No es la primera vez que Eidabe -compañía afincada en Bilbao y dedicada al teatro familiar en euskera- apuesta por reivindicar el papel de la mujer en la historia, pues ya lo hizo en ‘Piztu’, donde trataba el tema de las mujeres en la ciencia. El reto de esta nueva pieza es sumar a ese tema el de la transformación que ha sufrido la fotografía. “El uso y abuso de las imágenes hoy en día, las redes sociales, las fotografías falsas creadas por inteligencia artificial… El cambio tecnológico que ha supuesto lo digital en la fotografía es bestial. Resulta complicado contar una historia de una mujer que hacía fotos en carretes que no revelaba y que nunca vieron la luz a un público que está acostumbrado a que los mayores manden fotos por teléfono a todas horas. Por eso nos hemos tomado un ratito para explicar cómo se tomaba una foto hace años, qué es un carrete o qué es eso de revelar”.
Sea el tema que sea, Ituiño sabe cómo mantener la atención del público. “El humor es un gancho universal, más aun en un público acostumbrado al ritmo frenético de la pantalla. Siempre creo que puede tener cabida en cualquier historia, por trágica, triste o aterradora que sea”. En todos los montajes, Eidabe intenta dirigirse a los jóvenes sin perder de vista a los adultos. “El público del futuro tiene que formarse en familia. Hay que evitar esos espacios donde niños y niñas ocupan las primeras filas en el suelo y los padres y madres están atrás mirando el móvil. Y para ello, las obras tienen que estar dirigidas a ese espectro amplio”.
