‘El alma del pueblo’ de Títeres Etcétera en el Teatro Valle Inclán
Dentro de la programación de Titerescena, la compañía Títeres Etcétera representa la obra ‘El alma del pueblo’ los días 9 y 10 de abril en el Teatro Valle Inclán de Madrid. Se trata de una experiencia de teatro y cine documental en torno a las tradiciones de títeres alrededor del mundo.
Con puesta en escena de Enrique Lanz, ‘El alma del pueblo’ ha girado por Francia, Alemania, Grecia, Cuba, Argentina, Uruguay y varios festivales españoles. La pieza, que se podrá ver ahora en Madrid, combina figuras de diferentes tradiciones, con títeres contemporáneos, una actriz y numerosos vídeos. Se muestran imágenes de países como Mali, Vietnam, China, Camboya, Italia, Turquía, Grecia, entre otros; y se pone en valor varias celebraciones españolas -como el Carnaval de Ituren y Zubieta, o el Belén de Laguardia-, que hablan de los orígenes de los títeres en el Estado español.
«Muchas tradiciones de títeres han llegado hasta nuestros días con varios siglos de historia. Sin embargo, en el siglo XXI los cambios sociales son una amenaza visible que nos lleva a pensar que muchas de estas van a desaparecer rápidamente. Ante esta certeza, en Etcétera iniciamos en 2009 un proyecto que pretende indagar, documentar y dar a conocer los títeres tradicionales que se conservan actualmente, siendo esta otra de nuestras iniciativas en la difusión del arte de los títeres».
Sinopsis
Yanisbel, una especialista y defensora de los títeres, entra en escena para hablar sobre tradiciones amenazadas, maestros sin discípulos, coleccionistas, sobre las diferentes formas de construir los títeres, y de transmitir a los más jóvenes el oficio, según las distintas culturas. Comienza haciendo referencia a Don Cristóbal, el héroe popular español, títere de guante prácticamente desaparecido. Y recuerda aquella función histórica llamada Títeres de cachiporra, que hicieron Manuel de Falla, Federico García Lorca y Hermenegildo Lanz en Granada, el 6 de enero de 1923. Para ayudar a Yanisbel en estos menesteres, un miembro de la compañía, JFJ, es el encargado de poner las imágenes de vídeo. Pero este personaje, que es un titiritero de «raza» quiere más. Él no se contenta con «darle al botón», sino que quiere actuar, jugar en directo… Intentando ayudar a Yanisbel, JFJ comienza poco a poco a intervenir -tocando el violín, mostrando títeres de diferentes técnicas. Pero ella prefiere que él permanezca quieto tras la pantalla y que el público preste más atención a los vídeos que se van proyectando; por eso reprime los gestos de su colega. Sin embargo JFJ consigue salirse con la suya -actuar en directo- saca un teatrito y hace una escena de guante, protagonizada por el inmortal Pulcinella. De la pantalla van surgiendo también títeres de diferentes lugares del mundo: un calao, marotte de la tradición maliense, llega de pronto a las manos de Yanisbel, un hada vietnamita que baila sobre el agua se coloca en el centro de la escena, y se crea una rica confabulación entre unos planos de realidad y otros.