El baile
El baile, creado por la novelista ucraniana Irene Némirovsky, y adaptado por el dramaturgo catalán Sergi Belbel. Irene Némirovsky emigró a Francia huyendo de la revolución rusa y escribió todas sus novelas en francés antes de morir en el campo de concentración de Auschwitz en 1942.
La dirección de escena la asume Alberto Ísola (Lima 1953) destacado actor, director y profesor de teatro peruano. Como académico, Alberto Isola es Director de Estudios del Centro de Formación del Teatro y profesor de la especialidad de Artes Escénicas de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la Universidad Católica. Como actor ha hecho innumerables papeles protagonistas. Podemos citar La Nona, Ay Carmela, Esperando a Godot, El rey Lear, Fausto, Otelo o La ópera de tres centavos. Y como director podemos mencionar La salsa roja, La gaviota, Hamlet, Pinocho, Laberinto y El último barco, entre otros. Y cómo no, con seguridad El baile formará parte de esos espectáculos para el recuerdo.
La creación coreográfica está a cargo de la actriz y bailarina Mirella Carbone, una de las principales figuras de la danza en el Perú y quien además forma parte del elenco. Mirella Carbone lleva más de cincuenta años dedicada, en cuerpo y alma, a las artes escénicas. Presentó Paso Doble en dFERIA en el año 2009. El espectáculo planteaba el doble discurso, la doble moral, la lucha interna del conflicto constante y la terrible urgencia de mostrarse tal cual uno es.
El elenco de El baile se completa con Luis Ramírez, Tatiana Vizcarra, Lorna Ortiz, Margot Lozano y la propia Mirella Carbone. El equipo artístico es toda una declaración de intenciones. Aviso del magnífico espectáculo que acontecerá. Espectáculo maravilloso, original, de humor ácido y contundente.
Una madre y una hija se baten en un duelo escénico que pondrá al descubierto las miserias de una familia de nuevos ricos en el París de entreguerras. Esa es la historia que nos trae «El baile». Espectáculo gestual de teatro – danza estrenado el 5 de septiembre de 2013 en Lima.
El Baile trata sobre la vanalidad humana. Una madre maltratadora de su hija y de su entorno en general, después de hacer fortuna, cree llegar a la culminación de su vida personal y social cuando organiza un baile al que espera acuda toda la alta sociedad parisina. En ello, pone todo su afán y energía. Y este mismo baile será su ocaso. La hipocresía, la vanalidad, la superficialidad, el despotismo, la doble moral y la ignorancia son aspectos que van saliendo a lo largo de toda la pieza tamizados con un humor absurdo y ácido como engranaje dramatúrgico que va planeando de escena en escena. Es una crítica al vivir de las apariencias, una crítica a cómo queremos parecer lo que no somos y cómo valorizarnos por la aceptación o no de los demás sin prestar atención o despreciando la propia esencia que nos define. El baile es un espejo que refleja lo ridículo y patético que resulta alguno de los comportamientos humanos.
Una magnífica dirección de escena que busca estereotipar y exagerar hasta el límite las interpretaciones de los actores – bailarines como si de un cómic se tratara. Mínimo atrezzo, música, gestualidad y danza son los elementos básicos de un espectáculo que cuenta con un elenco sencillamente magnífico. Difícil, incluso injusto, destacar a uno sobre los demás. Una voz en off ayuda en cada escena porque la vertiginosidad del espectáculo es trepidante. Un derroche físico y de imaginación capaz de llevarnos desde el salón de la casa, al Sena o a una clase particular en segundos.
El baile es una de esas sorpresas escénicas que de vez en cuando te alegra la semana, por lo menos. Un espectáculo con personalidad, redondo, divertido, con contenidos críticos. El espectáculo es muy limpio, rápido, ajustado en el tiempo con un elenco de locura que tiene la gran bondad de además terminar a su tiempo y con una sutileza cómplice con el espectador que lo convierte en una joyita, en una joyita escénica.