El Ballet du Grand Théâtre de Genève presenta en el Teatro Arriaga la nueva coreografía de Sidi Larbi Cherkaoui
El prestigioso ballet suizo ofrece en Bilbao un doble programa con su icónica pieza ‘Faun’ y la nueva ‘Ukiyo-e’
El Teatro Arriaga acoge su primera gran cita internacional del año, pues llega desde Ginebra (Suiza) una de las compañías de danza más prestigiosas de Europa: el Ballet du Grand Théâtre de Genève. La formación llevará a cabo en el teatro público bilbaíno el estreno en el Estado de su más reciente creación: ‘Ukiyo-e’ para 19 bailarines. El conjunto dirigido desde el pasado verano por el coreógrafo belga Sidi Larbi Cherkaoui bailará también su versión de la mítica coreografía ‘Faun‘, una pieza para dos bailarines. Este doble programa se ofrecerá en las dos representaciones programadas por el Teatro Arriaga: el viernes 20 de enero, a las 19:30 horas, y el sábado 21, a las 19:00.
Cuando Sidi Larbi Cherkaoui se hizo cargo de la dirección del Ballet de Ginebra, ‘Faun‘ entró en el repertorio de la compañía. La pieza recuerda la creación original de la mítica coreografía de Vaslav Nijinsky basada en la música del Prélude à l’après-midi d’un faune de Claude Debussy. Esta representación se basó en el famoso poema de Stéphane Mallarmé sobre el despertar del fauno en el bosque, que causó gran revuelo en 1912. Un siglo después, Sidi Larbi Cherkaoui realizó su ‘Faun’ a petición del Sadler’s Wells de Londres. Mientras que los bailarines de Nijinsky siguen siendo muy bidimensionales, como figuras en una urna griega, en la versión de Cherkaoui los aspectos mitológicos y animales se presentan con mucha más fuerza, en un lenguaje de movimiento que se vuelve verdaderamente tridimensional.
Estreno en el Estado
La segunda pieza del programa es ‘Ukiyo-e’ y llega a Bilbao tras su estreno mundial en Ginebra en noviembre de 2022. El Teatro Arriaga será el primero del Estado en ofrecer esta coreografía, con la que Cherkaoui invita a una meditación sobre nuestra capacidad de resiliencia. Para la creación de esta pieza, el artista se inspiró en el término japonés «imágenes del mundo flotante». Este concepto dio nombre a un movimiento artístico que surgió en el período Edo y se centró en capturar el momento presente.
Esta coreografía de superación se sitúa en el corazón de una estructura en movimiento concebida en colaboración con el escenógrafo Alexander Dodge, y adquiere la forma de un entramado de escaleras imposibles en las que los bailarines se pierden. Estas estructuras laberínticas móviles funcionan tanto como potenciales puentes como obstáculos, y pretenden evocar tanto el ascenso como el abismo, en
una secuencia de grados en que los cuerpos están llamados a unirse, dialogar y contaminarse unos a otros. Suenan durante la actuación las nuevas composiciones para trío de cuerda y piano de Szymon Brzóska y, además, la vibrante música en directo en forma de creaciones rítmicas, percusivas y electrónicas de Alexandre Dai Castaing.
