Críticas de espectáculos

El campo sí tienes puertas/FETAL09

El Festival de Teatro Alternativo de Urones de Castroponce (Valladolid) está en crisis desde el día que su madre lo parió. Viva FETAL. Su edición número 13 acaba de bajar el telón hasta el próximo año y no tengo la menor duda de que su mentor ya se frota las manos pensando en las dificultades que tendrá para articular una programación coherente en 2010. Una programación que el público defenderá, como ha hecho desde el principio, con uñas y dientes asistiendo a los espectáculos.

Cuando abandonas Becilla de Valderaduey y tomas la carretera que te conduce hasta Urones, pueblo perdido en el mapa e inhóspito en su ubicación, te sorprenden las olas que forman los rastrojos en medio del mar de Tierra de Campos. Dos águilas perdiceras observan impertérritas desde la flor del girasol cómo pasamos, a cuentagotas, los coches camino de los escenarios del pueblo ya a tiro de piedra.

El girasol, como el teatro, necesita un suelo fértil y húmedo así como una situación cálida. Pero aquí ni la tierra es tan generosa en materia orgánica como pide esta planta herbácea ni el ambiente natural es tan propicio como para no preocuparse de su futuro.

Pero sobrevive. Como un jardín amarillo en mitad de la nada, en silencio, a la espera del comienzo de la función. Y los actores, como los ocres austeros de la tierra,  no fallan. Puntuales, los simpáticos Rolabola de Málaga levantaron sus números de circo y acrobacias en plena calle con el aplauso encendido de la concurrencia. Así son los “plázidos domingos” una tarde calurosa de verano mientras los vecinos escuchan la canción sentimental del paso del tiempo sentados, de pie o apoyando sus posaderas en las paredes calientes de barro y paja.

Mientras paseo a la búsqueda de otro montaje, recuerdo las palabras de Salvador Távora cuando decía que la gente de los barrios no va al teatro en las ciudades, sencillamente, porque no hay teatro en los barrios. La historia se repite en todos los hemisferios del planeta. También aquí en este pueblo bonsái, de menos de 150 habitantes. Algunos detractores de la experiencia FETAL desafiaban a la gravedad cultural con sermones parecidos: “¿un pueblo con un corral de comedias…?”, “¿un Festival de Teatro Alternativo con las necesidades que tenemos?”, “¿de dónde sacará el alcalde el dinero?”, “¿quién va a venir al teatro en invierno…?”

Y llegó el segundo cuadro de FETAL09. Compañía La Zaranda. Enmudeció el cielo, pero no los bocazas, y después de una hora larga de lecciones a puñados sobre las tablas, el público se arrodilló ante los locos del manicomio por las muchas verdades que se atrevieron a soltar en “Futuros Difuntos”, ¡cómo están locos…! El fotógrafo Gerardo Sanz, que ha visto mil y una carteleras de historias de teatros de calle, confesó estar maravillado con la función de los ilustres jerezanos. Parece mentira, señaló embriagado, cómo sólo tres personajes han podido llenar el escenario de tanta vida hasta el punto de complicar el disparo de una instantánea digital.

Luego pasó por el teatro Corral de Anuncia el anuncio de un trueno. Un relámpago que llevaba por título EL Triciclo pero que se diluyó con viento huracanado y no trajo lluvia. No me gustó la espantada. Ocupó su lugar la compañía Fabularia con “Cuento hasta tres”, una divertida obra de café teatro seguida por el estreno “Entonces, duerme” de Proyecto Pandora. Un tipo, que podía ser el presidente de cualquier sociedad o país,  dispuesto a romper la pana con tal de dominar a sus inferiores. Como es el mundo.

Triunfó sin bajarse del caballo “Federico”, una pieza sobre la última noche de García Lorca, creada por Intrusión Teatro, en plena batalla por la recuperación de la memoria histórica del poeta granadino y otras tantas vidas segadas por la sinrazón de unos criminales.

El calor y la sequía sufridos a lo largo del verano se truncó, de pronto, con la reflexiva intervención de Alkimia 130 presentada en el polideportivo. Su apuesta “Amanay”, un guiño a todos los aspectos vitales que guardan relación con el agua y las consecuencias del consumismo occidental, fue seguida por numeroso público y puso música inquietante, plácida también, en la tarde-noche del viernes, 23 de agosto.

El coro de “Tocata y Fuga”, cargado de humor y tragicomedia absurda, dirigido por Miguel Muñoz (Zanguango) y el provocativo performance “Ritual para dejar de fumar”, de Difunto Vallés, que irritó a algunos asistentes hasta el punto de abandonar el ritual, llevaron el contrapunto a un pueblo necesitado de emociones que por allí no se ven todos los días, aunque cada día más, es cierto.

Eliseo Parra-Dúo Deno y su fusión de músicas, y la intimista propuesta de los Títeres de María Parrato con “Palabras de Caramelo” una obra, estética y comprometida, montada en una jaima saharaui con cuatro cacharros elementales, prepararon el camino para el aplauso final de FETAL09. Éste llegó de la mano de “Otsoko” en presencia de numerosas estrellas y con la media luna de juez. Una Caperucita y el Lobo más innovadora que nunca, a golpe de frenéticos ritmos reinterpretando una leyenda que los aficionados pudieron seguir en medio de una atmósfera plástica de muchos kilates. Chapeau Gaitzerdi. Távora afirmó que “el teatro será una experiencia vieja para un nuevo lenguaje en un nuevo paisaje”. Al cantar estos versos el aprendiz de soldador que luego creó La Cuadra de Sevilla ¿estaría pensando en la pintura de Tierra de Campos?

 

 


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