El Centro Dramático de Aragón estrenará los días 8 y 9 de julio dentro de la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro la segunda producción de la temporada, «La vida es sueño» dirigida por el aragonés Mariano Anós En su escenificación de «la vida es sueño», una de las primeras decisiones tomadas por el director ha sido «descartar tanto la actualización como la referencia directa a la época, optando por un aspecto visual que eluda los tópicos barrocos. Evitar la búsqueda de equivalencias actuales de los personajes o las situaciones. Se trata de generar un ámbito propicio a la concentración y a la escucha, de modo que las resonancias actuales del texto queden libradas, lo más enteramente posible, a la responsabilidad de cada espectador. Es de suponer que nadie (artífices del espectáculo incluidos) se verá concernido por la totalidad del texto ni de la acción, pero está permitido sospechar que haya, acá y allá, imágenes, aspectos, detalles, frases, incidentes, que movilicen algún pliegue íntimo de cada cual, sin que el conjunto sin embargo resulte del todo indiferente. Tal es la aspiración más decente, me parece, para llevar a escena un texto como éste. Un texto bien extraño, monumental y abierto, íntimo y político, bárbaro y refinado, meditativo y volcánico«.
Por otra parte, sobre el «engorroso» asunto del respeto al autor y los debates interminables sobre la fidelidad al texto original en las versiones de los clásicos que acaban, a poco que uno se descuide, en lo cómico, Anós se cuestiona «¿De qué se trata? En lo esencial, de encontrar una mediación, un compromiso razonable entre la literalidad (que consienta poner en los carteles el nombre de Calderón) y los cambios producidos en los hábitos perceptivos de un espectador de hoy. ¿Qué licencias me he permitido? Básicamente han ido en dos direcciones: una, algunos cortes, sobre todo de reiteraciones en algunos parlamentos explicativos; dos, cambios de detalle en un buen número de verso(respetando estrictamente la continuidad métrica), para facilitar la comprensión ahorrando arcaísmos. Lo que no he tocado es lo que a muchos hubiera tentado sin duda eliminar: los pasajes con mayor lujo de imágenes que no están al servicio de un concepto estrecho de la acción. Con toda claridad sitúan justamente el modo de atención que nos conviene: contra la ansiedad del resumen y contra la ansiedad de la espera del desenlace. A favor de otro tiempo, no el que mata«.
Tras un pre-estreno en el Festival de los Castillos de Alcañiz, el 2 de julio, la obra se representará en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, los días 8 y 9 de julio y en Zaragoza se presentará en el Teatro Principal, en la segunda quincena de septiembre.
