‘El diccionario’/Manuel Calzada/José Carlos Plaza/Teatro de la Abadía
La intimidad de las palabras
María Moliner tuvo dos cosas en su contra: las circunstancias y su género. Las circunstancias: su pensamiento republicano e ilustrado fue arrollado por la brutalidad del franquismo; su género: de haber sido hombre y no mujer, seguramente hubiese obtenido el sillón de Académica que se le negó en 1972. Dijo sobre ella García Márquez, que había hecho una proeza con muy pocos precedentes: escribir sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo y más útil de la lengua castellana. No eran estos méritos suficientes para ingresar en una institución anquilosada en la que pesaban más, al menos entonces, el género y las afinidades ideológicas. La última bofetada se la dio una arterioesclerosis cerebral que fue borrando, que ironía, todas las palabras hasta que su cerebro quedó en blanco.
Manuel Calzada Pérez ha escrito un buen texto dramático con él rinde homenaje y hace un acto de justicia para con una mujer excepcional. La relación con el médico es el eje que estructura y da continuidad argumental al desarrollo de la trama que se va moviendo entre saltos temporales en los que vamos descubriendo la personalidad y los avatares personales de María Moliner.
José Carlos Plaza hace una puesta en escena limpia y transparente a base de sutiles equilibrios con el juego de tiempos y espacios que propone el texto, y cediendo el protagonismo a la interpretación y la palabra. Hay algún momento, hacia el segundo tercio, en el que la historia parece atascarse, y a ratos, el fondo musical crea un exceso de ambientación.
En el terreno interpretativo es inexcusable hablar de Vicky Peña. Está sencillamente espléndida, en estado de gracia absoluto, pletórica de recursos y matices para ofrecernos un personaje de los que se hacen dueños de la historia, del escenario y del corazón del público. Está notablemente acompañada por Helio Pedregal, que se transforma de manera convincente de neurólogo convencido de que esa anciana que viene a su consulta está chiflada en rendido admirador, y por Lander Iglesias, que nos convence tanto de la humanidad del esposo como de ese no terminar de entender la entrega de su mujer a la tarea de escribir el diccionario.
‘El diccionario’ nos emociona, nos hace reír, tiene sustancia, contenido, y un discurso escénico claro y hermoso. Una gran propuesta teatral.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 12 de mayo de 2013
Obra: El diccionario
Autor: Manuel Calzada Pérez.
Produce: Anadramápete y Teatro de la Abadía.
Intérpretes: Vicky Peña, Helio Pedregal y Lander Iglesias.
Escenografía e iluminación: Francisco Leal.
Vestuario: Pedro Moreno y Cristina Rodríguez del Yerro.
Espacio sonoro: Mariano Díaz.
Dirección: José Carlos Plaza.
Teatro Principal de Zaragoza.
10 de mayo de 2013