El estreno de la nueva obra de Ángel Calvente tendrá lugar en el Teatro del Soho de Málaga el 13 de enero
Tras el éxito arrollador de ‘Cris, pequeña valiente’ , la compañía andaluza El Espejo Negro llega con un esperado nuevo montaje, nada menos que la adaptación de la película ‘El verdugo’. Dirigida a público adulto, la obra se estrenará en enero en el Teatro del Soho de Málaga, donde ofrecerá funciones del 13 al 15 y del 22 al 24. Posteriormente, el 27 y 28, podrá verse en el Teatro Alhambra de Granada.
Tomando como punto de partida el guion original de Luis García Berlanga y Rafael Azkona, Ángel Calvente escribe y dirige este espectáculo de marionetas y actores, con José Vera Nicart, Carlos Cuadros, Laín Calvente y Susana Almahano en escena.
Producción de El Espejo Negro y Teatro del Soho, ‘El verdugo’ es un feroz alegato contra la pena de muerte y sus oscuros mecanismos. Al mismo tiempo que nos enseña, desnuda sin tapujos, una España de otros tiempos y su bajeza moral, sometida y arraigada en el servilismo, el machismo y la ausencia de oportunidades. “Hombres y mujeres con conductas cotidianas que resultan poco estimulantes, desde dinámicas familiares hasta laborales y administrativas para poder sobrevivir y en demasiadas ocasiones mal vivir. Sus problemas de fondo son tristemente actuales y reconocibles en el mundo de hoy en día”, según señala Ángel Calvente.
Para el director ha sido “todo un reto” adaptar al teatro de marionetas este genial clásico del cine español. “Berlanga siempre ha tenido un potente sentido de la ironía y del humor y sobre todo del humor negro con los que siempre me he sentido muy identificado”. En cuanto a la adaptación, explica que “el gran poder de las marionetas es que no hay que caracterizarlas, sino que son el personaje en sí mismas. Por ello la adaptación contará con una potente base actoral, dotando a los personajes de nuevos registros caricaturescos. Eso sí, sin perder el carácter que el autor original dio a los mismos”.
Será una versión teatral que destilara raudales de humor amargo y desgracias ajenas. “Es fácil reconocerse y empatizar con un protagonista que se ve obligado a vivir una vida que no quiere ante la falta de otras perspectivas. La vida está llena de sorpresas y cuando menos te lo esperas te ves obligado a vivir la que no te toca. Una vida que te han pautado desde la infancia”.
