El estreno de la obra ‘De Hiroshima y Nagasaki’ permite conocer la futura Sala Ruzafa de Valencia
Mañana, 3 de febrero se estrena en Valencia la obra ‘De Hiroshima y Nagasaki’, una comedia que han escrito Chema Cardeña y Jerónimo Cornelles cuestionándose qué pasaría si los políticos dijeran lo que piensan. Una bomba que explotará por vez primera mañana en la Sala Ruzafa a modo de aperitivo de lo que en unos meses será una realidad: la apertura de este nuevo espacio escénico impulsado por los integrantes de Arden Producciones. Con un esfuerzo e ilusión incansables, cuatro personas han luchado durante dos años (los más malos de la economía española en décadas) para sacar adelante un proyecto distinto y fresco: un centro cultural que vendrá a animar la oferta de ocio y el concepto de cultura en Valencia.
Son Juan Carlos Garés, Mª Ángeles Marchirant, David Campillos y Chema Cerdeña, el equipo base de Arden Producciones. Han contado con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia, una ayuda económica del INAEM y un porcentaje mayoritario de inversión privada para poner en pie un espacio regido por una concepción abierta de la cultura y por la intención de involucrarse en la vida de uno de los barrios más atractivos de la capital valenciana, Ruzafa.
«Dentro de unos meses, cuando el centro se inaugure oficialmente, queremos ser un punto de encuentro para los vecinos del barrio y de toda la ciudad, con sus diferentes culturas, intereses y edades» explica Juan Carlos Garés, uno de los impulsores del proyecto. Se trata de un espacio polivalente situado en la calle Denia nº55 que albergará una amplia oferta con cursos de formación, exposiciones de artes plásticas y una programación de artes escénicas que contemplará diferentes disciplinas (danza, títeres, teatro clásico, contemporáneo…) en espectáculos dirigidos tanto a bebés como a público infantil y adulto.
«Se calcula que en Valencia hay unos 584 habitantes por cada butaca de teatro, una cifra que nos sitúa muy lejos de ciudades como Madrid o Barcelona», comenta Garés. Precisamente, la Sala Ruzafa tiene entre sus objetivos servir de impulso al sector de las artes escénicas, ofreciendo a sus profesionales un lugar donde formarse que también puedan utilizar como local de creación y de exhibición para mostrar su trabajo. Además, Sala Ruzafa enriquecerá las carteleras con las propuestas de compañías valencianas y estatales que formarán su programación regular.
«De Hiroshima y Nagasaki», una obra bomba para un escenario en construcción
Meses antes de su apertura oficial y de que entre en pleno funcionamiento, Sala Ruzafa ofrece la posibilidad de asomarse a su proceso de construcción para disfrutar de la experiencia única de asistir a una representación en una sala inacabada.
Con todas las condiciones técnicas necesarias a punto, Sala Ruzafa acoge el 3 de febrero el estreno en Valencia de la comedia «De Hiroshima y Nagasaki», coproducida por Arden y S.P. Producciones. Se trata de una divertida historia escrita por Chema Cerdeña – quien también la dirige- y Jerónimo Cornellés quien, además, actúa en la pieza completando un reparto 100% valenciano junto a Rafa Alarcón y Jessica Belda.
«De Hiroshima y Nagasaki» estará en cartel del 3 al 13 de febrero (20:30h de jueves a sábado y domingos a las 19:00h) y plantea el interrogante de qué ocurriría si los políticos dijeran realmente lo que piensan. A partir de ahí, el humor es la herramienta para hablar de dos maneras de entender el mundo, la política y la vida, a través de dos hombres que comparten un pasado y un presente incómodo bajo la mirada de una mujer escéptica y desencantada. Son los ingredientes esenciales de una pieza donde el disparate se convierte en la más cruda realidad y la realidad en un disparate.
Esta comedia explosiva es la primera propuesta de Sala Ruzafa para refrescar la cartelera valenciana. Su particular pretemporada «en construcción» continuará con la participación en el festival VEO (del 15-28 de enero), donde acogerá las representaciones «C’est du chinois» (Edit Kaldor), «Ali» (MPTA-Compagnie les mains, les pieds) y «Tots els noms» (Mal Pelo). Después ofrecerá un curso formativo de «Distribución aplicada a las Artes Escénicas», impartido por Mª Ángeles Marchirant (del 21 de marzo al 1 de abril) y será uno de los escenarios de las propuestas del festival Russafa Escènica (del 5 al 10 de abril).
Ya en Pascuas (del 21 al 24 de abril), Sala Ruzafa brindará la última oportunidad de disfrutar de «Clandestinos», una obra de Arden Producciones que se despide en Valencia tras una amplia gira que la llevó por Centro América, México, Puerto Rico y República Dominicana. La pieza es perfecta para Semana Santa, ya que reflexiona entorno a la libertad de creencias y pensamiento a través un grupo de personajes inspirados en los seguidores de Jesús de Nazaret que fueron sometidos a la opresión por motivos ideológicos.
La pretemporada de la Sala Ruzafa continuará del 5 al 8 de mayo con el espectáculo «Carmen», de la compañía valenciana Bambalina, y se cerrará con la cesión su espacio para algunas de las actividades de la iniciativa vecinal Russafa Conviu (del 16 al 29 de mayo).
A partir de ese momento, cesará su actividad para iniciar la fase final de obras. Un último periodo de construcción que terminará de acondicionar el centro para que, dentro de unos meses, pueda abrir oficialmente sus puertas e iniciar una actividad regular.
Pero, mientras tanto, el estreno de «De Hiroshima y Nagasaki» es una curiosa oportunidad para asistir a una función irrepetible en una sala que, por ahora, deja al descubierto algunos de los mecanismos que hacen del teatro algo mágico. Y no se preocupen, ¡no hace falta que traigan su casco!