Críticas de espectáculos

El festín de los olvidados/Gaitzerdi Teatroa

Acciones circulares
Obra: El festín de los olvidados
Sautor: Kepa Ibarra
Intérpretes: Yolanda Bustillo., Iñaki Ziarrusta, Borja Ruiz, Ana B. Martín, Ricardo Padilla, Emilio Encabo
Escenografía: Eva González
Iluminación: John Luhman
Dirección: Kepa Ibarra
Producción: Gaitzerdi Teatroa
Teatro Arriaga – Bilbao – 24-10-05 -BAD
El Poder. El poder. De las mayúsculas a las minúsculas intenciones. Del absolutismo al relativismo. De las ambiciones ilimitadas a las pequeñas ambiciones circunstanciales e instrumentales. Desde lo Político, a lo político. Estos olvidados, vagan en círculo por las líneas rectas o quebradas de una historia en donde el cetro de rey o reina, el bastón de mando, los ejércitos o las policías parecen entes insustanciales, basura cósmica, pero que aplicando una lectura ligera y despojada de intención filosófica, se les puede ir aplicando máscaras, caras, gestos, que nos dibujan a personajes reconocibles. Es cuando entendemos que nos hablan del Poder, cuando lo que sucede se nos antoja Político.
Pero puede verse desde el lado más formal, de la propuesta estética, de esa especie de gran guiñol en que se mueven las interpretaciones, cuando todos lo elementos se conjuran para arrancar cualquier vestigio de realidad a lo que está sucediendo, y entonces podemos entender que se trata de un simple juego de pulsos convivenciales, de ambiciones de poder en pequeña escala, de lo que se denominan relaciones personales, o sea también en el campo de lo político, en las que se gestan tomas de poder simbólicas y los ejércitos o policías son nada más que fantasmas alegóricos.
En estos dos planos trascurren este trabajo que tiene un espacio escénico muy polisemántico, con una puerta simbólica mutable y desplazable, una iluminación de subrayados y ambientes y en la que el equipo actoral debe jugar con las dos posibilidades de lectura, es decir debe jugar a hacer ver que hace, y debe hacer, por lo que se les solicita una versatilidad que en su conjunto aparece con soltura. En la parte textual hay algunos diálogos previsibles y cuando este en la parte menos realista, alcanza más vuelo. En su conjunto, es un paso adelante de la compañía, y un espectáculo que puede agradar a amplios espectros de público.
Carlos GIL


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