Tras cuatro años consecutivos de rotundo éxito, este festival único que se llevaba a cabo en la pequeña población rural de Eslida (Castellón), no seguirá su trayectoria debido a la falta de compromiso y apoyo del Ayuntamiento a pesar de la buena repercusión que ha traído este evento cultural a los comercios y vecinos, según han afirmado desde su organización.
Su alcalde, Rafael Sorribes, afirma que es un problema económico el que les lleva a tomar esta decisión pero la organización, componentes de la compañía profesional A Tempo Dansa, mantiene que es una cuestión de voluntad política teniendo en cuenta el buen resultado de las ediciones anteriores y los beneficios que proporciona Feslida a la localidad y alrededores durante todo el año.
«Estamos muy tristes y decepcionados. Trabajamos con un presupuesto tres veces inferior al real. Feslida nació con 4.000€ y mucho amor al arte. La regidora Maite Manzana (que ya no trabaja en el Ayuntamiento) apostó fuerte viendo el éxito, lo duplicó al año siguiente y llegamos a 10.000€ en la tercera edición a pesar de no contar con subvenciones de otras entidades públicas que se solicitaron. En la edición pasada el Ayuntamiento se gastó 9.000€ que consideramos una cantidad ridícula para el rendimiento que se obtiene de este evento y nuestra experiencia nos hace pensar que nosotros hemos hecho bien nuestro trabajo como artistas pero que si no han llegado las ayudas necesarias es que ellos no han hecho bien su trabajo como políticos.
Es una pena que después de tanto esfuerzo, de tantos favores pedidos a compañeros de profesión y comprobar el éxito tanto de afluencia de público como de calidad artística, sea una decisión que no se pueda tomar entre todos ya que siempre hemos considerado que este festival es del pueblo, es de todos. Igualmente esperamos que todos aquellos que han podido disfrutar de Feslida y desean que este festival siga vivo se dirijan al Ayuntamiento y les hagan llegan sus opiniones…», explica su directora artística, Pepa Cases.
«Este festival, que nos solo ofrecía variedad y calidad sino una programación de teatro, circo, danza, música y títeres para todos los públicos en unos escenarios naturales únicos de la Sierra de Espadán, pasará a la historia deseando ser resucitado, tal vez, cuando aprendamos a valorar lo más sencillo, porque la cultura no debe ser un lujo».
