Del 19 al 22 de octubre se celebra en Biarritz y Baiona la vigésimo quinta edición del festival de Teatro Iberoamericano, las ahora denominadas Traslatines, que este año cuentan con un histórico estreno de Théâtre des Chimères en euskera de la obra de Bertold Brecht ‘Kaukasiar krearzko borobila’, el reencuentro con Rodrigo Gargía y Sèmola Teatre, con la obra póstuma de Joan Grau, Enlloc com a casa, así como espectáculos provenientes de Brasil, México y el asiduo Teatro de los Andes, algunas exquisitas rarezas teatrales experimentales y actuaciones de músicas en la carpa, centro neurálgico del festival. Esta edición del Festival, la que hace 25, está dedicada, in memoriam, a Joan Grau, director de Sèmola Teatre fallecido en accidente de moto. El resto no pretende tener ningún tufo conmemorativo más allá del hecho histórico de cumplirse veinticinco veces en las que se ha renovado la necesidad de descubrir nuevas dramaturgias de Latinoamérica o de Europa.
Según explica el director del festival Joan-Marie Broucaret, “hemos invitado a países que en raras ocasiones han estado representados en el Festival, como México o Brasil, pero también recibimos la visita de compañías que son casi de casa, como es el caso de Teatro de los Andes, Sèmola o La Carnicería. Sin embargo, nuestra intención no ha sido contar con las compañías fetiche del festival –lo cual hubiera incluido a muchas otras como La Cuadra de Sevilla…–, sino que se trata de un programa que responde más a la actualidad que a la fidelidad”.
¡No a la guerra!
Explica Joan Grau en la presentación de ésta su obra póstuma que los que tenemos la enorme suerte y el privilegio de “vivir en un rincón del planeta en que el ejército no nos invade las calles, ni acabamos el día contando las muertes de nuestros conciudadanos, ni nos sentimos amenazados por el último juguete made in USA, el ¡No a la guerra!, nos pilla en una cena íntima y húmeda con nuestra pareja, o ansiosos en el deportivo a la espera de que el semáforo se ponga en verde, o en la manifestación de turno”.
Desde esta perspectiva, Enlloc com a casa se plantea en una estructura vertical de un edifico de vecinos a los que vemos en una serie de situaciones tan habituales como paradójicas en las que, según Sèmola Teatre, tendríamos que decir NO con las mismas fuerzas, en una particular cruzada para el desarme de las injusticias que, día a día, azotan nuestras almas y se cuelan sin piedad en formato de 18 pulgadas en nuestras humildes trincheras.
Si las situaciones son reconocibles, es el tratamiento formal, el estilo y estética de Sèmola lo que convierte este espectáculo en una apuesta decidida por un teatro físico, en donde los intérpretes deben mostrar sus capacidades multidisciplinares, donde el riesgo está presente en cada acción y el humor subyace como elemento aderezado de ironía.
En las fronteras
Les vieux travelos es un trabajo de Théâtre des Chimères, dirigido, adaptado e interpretado por Jean Marie Broucaret a partir de textos de Copi, dando vida a una drag-queen estrafalaria con ribetes afroargentinos para narrarnos una especie de cuento de Navidad para mayores.
La Compagnie Panta Théâtre se presenta con dos obras, Frida Kahlo, compuesta por fragmentos de su diario y su correspondencia, que encarna Véro Dahuron, con dirección de Guy Delamotte que realiza un recorrido atípico por la pintora mexicana para mostrarla dura como un diamante y frágil como una paloma.
La segunda obra también tiene como protagonista a una mujer mexicana, la fotógrafa Tina Modotti, que Véro Dahuron en Corpus-Tina.M ha convertido en una instalación de vídeo que nos narra su vida y su compromiso político.
Catalana es Marta Galán, quien trae el trabajo en donde Santiago Maravilla se vuelve Lola, un cuerpo de hombre que se abre a la feminidad. Un monólogo descarrilado, con música interpretada por el actor en directo en la que se mezclan el punk, el trash y la canción ligera. No se trata de un travestido, sino de un ser permeable, que es femenino y masculino y viceversa. Un juego de seducciones.
Libro conmemorativo. La memoria fotográfica de estos veinticinco años queda plasmada en el libro titulado ¡festival! editado por Elkarlean y coordinado por Philippe Hemmer, que cuenta con fotografías de Jean-Charles Vergne, Pierre Ruaud y Guy Labadens, así como diferentes aportaciones escritas de directores de escena, actores, programadores, autores, periodistas o críticos. Un repaso a estos años en los que se puede seguir la evolución que ha ido manteniendo este festival, y que se convierte en un documento de gran valor para poder recordar posteriormente una trayectoria en la que quedan los rastros de las dramaturgias más importantes ,tanto de la península ibérica, como de Latinoamérica, sin olvidarse de la presencia, también notable en cantidad y calidad, de autores y creadores franceses. Un libro contra toda tentación nostálgica, que sirve de recordatorio de lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos ser. C.G.Z.
