Críticas de espectáculos

El Florido Pensil/Tanttaka Teatroa

Siempre eficaz
Obra: El Florido Pensil
Autor: Andrés Sopeña Monsalve
Intérpretes: Ramón Ibarra, Zorrion Eguileor, Patxi Gonzalez, Julio Perugorria, José Ramón Soroiz
Escenografía: Fernando Bernués
Vestuario: Pepi Soroiz
Iluminación: Xavier Lozano
Dirección: Fernando Bernués, Mireia Gabilondo
Producción: Tanttaka Teatroa
Auditorio de Ribadavia – 17-07-06 – Mostra Internacional de Teatro
A los diez años de su primer estreno ha vuelto a los escenarios el mayor éxito de todos los tiempos del teatro hecho en Euskadi. Y lo primero que uno comprueba, al verlo en un auditorio repleto de públicos de edades muy mezcladas, es su eficacia. Sigue siendo un teatro de complicidades. De guiños, de incredulidades, de confirmaciones. Los mayores porque les vienen recuerdos, olores, situaciones, de sus tiempos de estudiantes en aquellos años oscuros. A los jóvenes por ver plasmado lo que sus mayores les habían contado. Y entre todos forman ese magma tan imprescindible en todo acto teatral: la comunión entre el escenario y los espectadores. Y aquí esa comunión es tácita antes de empezar y explícita durante toda la representación. Se logra la comunicación en todos los niveles: plástico, emocional, sentimental, estético, iconográfico, político y social.
Quizás lo que sea estrictamente teatral, es decir, los elementos básicos del hecho teatral, sus calidades sean lo menos importante. Es una maquinaria que funciona por encima de cualquier coyuntura. Con un reparto o con otro, lo que se puede es graduar la eficacia, retardar algunos efectos o rebajar al intensidad del grado de complicidad constante porque al final el contenido, lo que tiene de indagación en la memoria, lo que comporta cómo rescatar del imaginario colectivo imágenes, canciones, situaciones, chistes, anécdotas, prevalece.
Posiblemente el que se presente dentro de una estructura dramática simple, con una puesta en escena casi primaria, con interpretaciones muy paródicas, sea una de sus vías de conexión directa con un espectro muy amplio de públicos. Esta es una obra social, política, de masas, que pertenece a varias generaciones que se sienten concernidas, que se identifican en primera persona o por contacto familiar con lo que se plasma en el escenario. Es un teatro colectivo, y eso es un grado que merece una ovación.
Carlos GIL


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