El Gayarre celebra el Día Europeo de la Ópera con una película
El Teatro Gayarre va a acoger el viernes 16 de febrero (8 tarde. Entrada libre), con motivo de la celebración del Día Europeo de la Ópera, la proyección de “Romanza final”, película de género biográfico que aborda la vida del navarro Julián Gayarre, tenor que fue considerado como el mejor del mundo en su tiempo y al que da vida en la película el tenor José Carreras, quien a partir de entonces quedaría ligado a nuestra comunidad como presidente de honor del Concurso Internacional de Canto Julián Gayarre. Esta cinta, estrenada en 1986 en el Teatro Gayarre con la presencia de su director, José María Forqué, narra algunos de los episodios fundamentales de la carrera del tenor roncalés mezclados con otros acontecimientos de ficción. Buena parte del metraje fue rodado en Navarra en localidades como Roncal, Señorío de Bertiz, Pamplona o el Monasterio de Iranzu. Y hasta aquí, hasta Navarra, se desplazó José Carreras para rodar las escenas que aquí se desarrollan y con él pudieron compartir escenarios numerosos figurantes todos ellos de las localidades donde se desarrollaron los rodajes.
La película, de 126 minutos de duración, cuenta con un extenso reparto encabezado por José Carreras en el que se dan cita destacados actores actrices y cantantes como Sydne Rome, Antonio Ferrandis, Montserrat Caballé, Mario Pardo, Aitana Sánchez Gijón, Alejandro Ulloa o Manuel Collado, además de un buen número de actores y figurantes navarros.
Una versión idealizada de la vida de Gayarre
Tal y como explicó en su día en Pamplona el director José María Forqué antes de comenzar el rodaje de algunas escenas de un ficticio encuentro entre el violinista Pablo Sarasate, interpretado por el actor Mario Pardo, y Julián Gayarre en el Café Iruña, no se trataba de hacer un documental sobre la vida del tenor porque eso sería, según su opinión, una forma de traicionarlo. Lo que buscaba Forqué era recrear la atmósfera de una época, el proceso que llevó a un pastor apartado de la música, porque la música era un hecho social al que Gayarre por nacimiento no tenía acceso, a convertirse en el tenor más grande del mundo. Julián Gayarre adquirió una gran formación técnica, era como una esponja que aprendía a gran velocidad, no cantó en francés hasta que no supo francés, esta capacidad de transformación y acomodación es lo que interesó para este rodaje al cineasta José María Forqué.
Asimismo hay que destacar la identificación que José Carreras llegó a tener con el tenor roncalés durante el rodaje. Este factor, y el entusiasmo que despertó el mundo del cine en Carreras resultaron ser dos elementos sin los cuales el personaje de Gayarre, y por tanto el resultado de la película, no hubiera resultado tan excelente como resultó. El propio Carreras confesó en uno de los descansos del rodaje que interpretando al tenor navarro descubrió su vocación de actor.
Iruñea, transformada
El rodaje en Iruñea se inició en octubre de 1985. Gigantescos trailers cargados con los vestuarios y los equipos de filmación irrumpieron en la ciudad, justo frente al Café Iruña, en la Plaza del Castillo, congregando poco a poco la atención de los paseantes y vecinos. Dentro del café, los decoradores se afanaban por ocultar los tableros de numeración de lo que entonces era un bingo. Se comenzó filmando el encuentro de Alicia (Sidney Rome), con la que Gayarre vivió un romance, y Pablo Sarasate (Mario Pardo). El rodaje de “Romanza final” despertó una curiosidad especial entre los vecinos de las localidades en las que se rodaron escenas. Rodar junto a Carreras, Syney Rome, Antonio Ferrandis o Aitana Sánchez Gijón se convirtió en una actividad apetecible para muchos, pese a los horarios de rodaje de los figurantes. Todos los que participaron parecían encantados con sus ropas decimonónicas, sus sobreros, encajes y demás.
Iruñeasufrió por unos días una transformación, sobre todo la Plaza del Castillo, en la zona del Café Iruña y el Hotel La Perla, donde los automóviles, por ejemplo, fueron sustituidos por coches de caballos. La expectación que levantó este rodaje fue grande tanto dentro de los improvisados platós como detrás de las cámaras. Esa esquina de la Plaza del Castillo retrocedió en el tiempo y con ella numerosos vecinos y actores pamploneses vivieron la que pudo ser la Pamplona de la época de Julián Gayarre. Por un momento volvieron también los bailes a la Taconera, si bien ésta, curiosamente en la película no aparece ya que la escena de ese baile se rodó en la Plaza de la O.