Críticas de espectáculos

El insomnio americano/Saulo García

Lo que vi y no me contaron

De Saulo García “Gelatina o El Puntudo” sabía yo a partir de dos fuentes. Mi tío Orlando “Don Orlando”, padrino de muchos comenzares artísticos y entre ellos de “llegares” a Colombia de algunos emigrantes cubanos;  me había contado anécdotas del nacimiento, proceso de formación, crecimiento, discusiones adolescentes, espectáculos espectaculares y temprano ocaso de Los Marinillos.

Los Marinillos fue un proyecto ícono de la música y repentismo humorístico antioqueño (Medellín y sus alrededores, y a veces Bogotá)  de fines de los 80s y principios de los 90s, que bajo la tutela y consejos de Don Orlando llegaron a marcar época y después fue a parar este dúo (el uno a Cuba y el otro a USA) a la vuelta del tiempo en dos propuestas puntuales; Griots, intento plausible de música medio buena y humor medio fino y El Insomnio Americano el fracaso de Gelatina que lo llevó al triunfo. A juzgar por el texto, fracasa como “nacionalizado” pero, triunfa como hombre de la escena cómica.

Lo mejor que vi antes, destos temas de “american güey laif” y de “american driiims” fue American Beauty de Sam Mendes 1999. Y  como que la vi estudiando cine en la Cuba de los castros, pues me enseñaron que era una excelente película con una aguda visión de director inglés, pero que vivir en estado unidos era una mierda total. Viendo El Insomnio…, una visión de un actor latino como Saulo asumo que vivir en Estados Unidos es una mierda, pero, parcial. Tiene sus cosas buenas y también mejores. Insomnio no es la mirada del intríngulis gemático y gélico de la familia natural gringa, es la mirada picaresca, hispanizada, desastrófica, emigrante, chunchúrrica y por demás humorista-repentista, de un artista latino (y colombiano!!).

Cualquiera pensaría (porque yo lo pienso y hago parte de cualquiera) que escribir sobre un espectáculo que ya tiene como ocho o nueve años en escena, es desactualizado, pero ayer alguien escribía sobre Julio Cesar y eso tiene como 2074 años mas o menos, así que volvamos a que la carrera de Saulo y su Insomnio (ya me está dando sueño) aún comienzan. Este Insomnio es un alarido biográfico para cualquier latino del sur en EUA, es una alerta de “préparate” para cualquier nonorteamericano con planes de buscar el Sueño Americano.

Dice Saulo mi estomaguito subdesarrollado, con hambrecita atrasada, el público ríe con gusto infinito, se estremecen las butacas, reflexionan sobre sus hábitos alimenticios en sus terruños originarios y ahora en un país donde hasta el agua tiene vitaminas. Pero, más allá se lee la ironía rayana en el sarcasmo. Donde se quiso decir que “mi estómago pasaba hambre en Suramérica”, realmente se lee (o yo leo) como subtexto del subtexto “yo preferiría mi estomaguito sencillo, con anticuerpos criados a la sazón de la plaza del pueblo, con los amigos comiendo desvitaminadas chucherías a la puerta del colegio. Uno no necesita tener el estómago tan sanitario, si no, a lo Rousseau; mientras mas rústico el hombre, mas preparado para sobrevivir”.

Es momento cumbre del Humor de este espectáculo el equívoco con el guarda de seguridad de un mall. No lo comento porque es deber de latino ver este espectáculo.

Pero lo mas cumbre de todo el espectáculo en cuanto a puesta en escena, mas allá de lo mejor que fue la escogencia del texto y de los “momentos latinos en USA”, es que un tipo como Saulo, de formación casi autodidacta para las tablas, de la escuela del repentismo (la trova) colombiano, haya tenido la humildad de irse donde un director, que para este excelente montaje fue Leandro Fernández, actor y director artístico en el Pequeño Teatro de la Ciudad de Medellín, me refiero, a que Saulogelatina, sin ningún tipo de complejo le haya dicho a un hombre de teatro; ven dirígeme, dime donde me paro, para donde camino, con qué intención lo digo, en qué momento canto. Se ve todo tiempo en el espectáculo a Saulo respetando la “partitura teatral”, tomando posiciones físicas sobre un sofacama, asumiendo con responsabilidad y profesionalismo los cambios de vestuarios, buscando la luz escénica allí donde le dijo Leandro porque Leandro sabe. Aquí los humoristas de oficio, los de todos los días, deberían tomar ejemplo, esto lo señalo por mi experiencia como director de caprichosos y de otros llevados de su parecer. El empirismo de Saulo (para teatro, no para trova y repentismo donde sí tiene MUCHA escuela) fue borrado por la humildad y la disciplina de este, ahora, Gran actor.

La segunda fuente por la que supe de Saulo, fueron los humoristas cubanos en Miami, cuando me dijeron, el colombiano que mas ha pegado en la Florida y en casi todas las comunidades latinas de Estados Unidos es Saulo García. Y yo me preguntaba por qué Saulo, que hace un marinillo (bueno para las cacharrerías y los negocios de ventas al detal) pegando en el humor inteligente hispano-norteamericano?

Hoy Saulo me ha puesto a cuestionarme y a cuasiafirmarme, que para hacer un espectáculo de Comedia largo, es preferible el ritmo pausado, seguro, contenido (esto no lo sabía, pensé que era mejor el ritmo medioatropellado). Saulo desnuda en la calma de su estilo orientalantioqueño un lento  y sólido libreto, como comerciante de los san andresitos colombianos, va seguro de lo que dice, convencido de que el público sí va a comprar su mercancía (que ahora son chistes vivenciales e inteligentes, como cuando dice en colombia los policías son flacos, desgarbados, casados con una prima…), va palabra a palabra y minuto a minuto, machacando las “eses”, como en los negocios de Santuarianos, Marinillos o Granadinos (personas del Oriente de Antioquia). Saulo lleva despacio al público a los chistes, no de juegos de palabras facilongos y/o de matiz politiquero, como haría un trovador convertido a lo cómico, sino construyendo Comedia en la Situación. Pone a su “yo” personaje en situación difícil y luego lo salva con el buen humor del repentista.

Como Saulo García  es un tipo muy inteligente (discreto diría Cervantes), me lo demostró el día en que por fin nos conocimos face to face y le regalé mi libro sobre Comedias, él me dio su dvd Insomnio y me decía mientras h-ojeaba mi librucho; “yo pensaba escribir este libro porque hacía mucha falta, pero, ya no hace falta porque lo escribiste tú”… como Saulo García es un tipo inteligente, ahora me atrevo a escribirle con muchísimo cariño dos apuntes para mejorar en el espectáculo, porque quiero un Insomnio perfecto, yo no lo sabría hacer tan bien como él, pero es fácil verlo desde la platea y quererlo genial.

Cuando Saulo se baja a trovar  en la primera mitad del espectáculo yo preferiría este tiempo de trova (improvisada) un poco mas corto (apunte crítico uno).

Y creo que lo del Hermano Saulo debería ir más hacia la parte delantera del espectáculo en el segundo cuarto de tiempo (si dividiésemos el espectáculo en cuatro bloques). Porque está ubicado en un momento en que puede dañar el ritmo y la lógica del espectáculo (está en el tercer cuarto de tiempo) ubicando el Hermano tan atrás, allí parece un poco traído por los pelos (segundo apunte crítico de este atrevimiento de mi parte).

El bloque de El Puntudo, personaje popular de los barrios de Medellín, que alguien pudiera pensar que no cabe en el espectáculo por ser tan codificadamente paisa, creo en cambio, que es una joya paisa y que debe ser entendido (o mostrado para ser entendido) por el público latino en general, el Puntudo existe en cualquier barrio de Lima, de Guadalajara o de Barranquilla. Como el tango nos mostró y pegó en todo el mundo siendo hablado en casi lunfardo. Disfruté mucho ver un “chirrete” medellinense en medio de un espectáculo que hoy se presenta en cualquier avenida de new york o new jersey. Era un deber subir al Puntudo a escena y pasó triunfador por el mosaico del Insomnio.

Luego para el cierre del espectáculo, incluso en el dvd, en los créditos vi agradecimientos del actor a Don Orlando Velásquez un colombiano ejemplar y esto me llenó de regocijo por la gratitud que como humoristas tantos le tenemos al Maestro Velásquez formador de  muchísimos repentistas y humoristas de la camada colombiana (y emigrantes cubanos) actual.

Vaticino, desde mi ignorancia total en latinoamericanías en EUA y desde algún conocimiento práctico en cubanerías en Suramérica , que El Insomnio Americano a la vuelta de veinte o cincuenta años, será uno de los espectáculos de humor mas importante en la historia (reciente) de la escena cómica hispanoamericana, porque es visceral, joven, inteligente, catártico, pero sobre todo sincero. Y está actuado con un cariño infinito para con la raza humana, digo mas; hasta con mucho respeto  y gratitud al pueblo norteamericano.

 


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